Al menos 38 detenidos durante una marcha por la resistencia mapuche en Chile

Las fuerzas de seguridad de Chile han detenido este lunes a unas 38 personas en el marco de una marcha por la resistencia mapuche, que ha tenido lugar en Santiago de Chile, la capital del país, en conmemoración del Día de la Raza.
Los Carabineros han confirmado que 38 personas han sido arrestadas, entre ellas cinco menores de edad y 33 adultos, según ha informado el diario local ‘La Tercera’.
Las detenciones han tenido lugar después de que se produjeran una serie de enfrentamientos entre los efectivos de la Policía y varios grupos de manifestantes, que lanzaron bombas incendiarias y realizaron destrozos en la zona.
La marcha ha tenido lugar en un momento de creciente tensión en el país por el caso de los cuatro comuneros mapuches que se encuentran en prisión preventiva en la cárcel de Temuco por haber prendido fuego a un templo evangélico de la ciudad de Padre Las Casas.
Los manifestantes han exigido al Gobierno que deje de encarcelar a lo que consideran presos políticos y han insistido en que debe dejar de aplicarse la Ley Antiterrorista, que lleva vigente en el país desde la Presidencia del dictador Augusto Pinochet.

LOS COMUNEROS VUELVEN A LA CÁRCEL

Las fuerzas de seguridad trasladaron el jueves a Benito Trangol, Alfredo Trancal y Pablo Trangol a la prisión de Temuco desde el Hospital Intercultural de Nueva Imperial, donde fueron ingresados por una fuerte deshidratación tras más de un centenar de días en huelga de hambre.
El miércoles, el Tribunal de Apelaciones de la localidad de Temuco, en el sur de Chile, emitió su veredicto en contra de retirar la prisión preventiva a los comuneros en el marco del ‘caso Iglesias’, según ha recogido la cadena Telesur.
El fallo de la corte se produjo después de que los abogados de los mapuches y el Gobierno apelaran el veredicto del juzgado de Garantía de Temuco, que decidió la semana pasada mantener esta medida.
De esta manera, la Justicia chilena volvió a rechazar la solicitud presentada por el Gobierno y la defensa de los huelguistas, que buscaban que los comuneros pudieran esperar en sus domicilios a que se desarrollara el juicio oral en su contra por haber prendido fuego presuntamente a varias iglesias.