Argentina, entre los países “montaña” y “océanos”

El jefe de Asesoramiento y Energía de Shell, Wim Thomas, aseguró que el país duplicará sus recursos energéticos hacia el período 2025/2035, pero dependerá directamente de las políticas que se adopten en los próximos años.

Wim-Thomas

Si la Argentina retoma la senda del crecimiento, cuenta con los recursos naturales para poder avanzar. Es que el país posee gas, suficiente para abastecerse y hasta exportar. Pero dependerá de la política que adopte a futuro.
El mundo va camino a dividirse en dos clases de países: montañas –estables, con reglas de juego claras, que determinan el crecimiento– y océanos –inestables, volátiles, que a veces suben mucho pero también tienen bajones– según caracterizó Wim Thomas, jefe de Asesoramiento y Energía de Shell. El especialista cree que el país duplicará sus recursos energéticos hacia 2025/2035. Pero si adopta el camino de las “montañas”, se recostará más sobre el gas, mientras que la vía “océanos” implicaría mayor uso de petróleo.
El petróleo pertenece a la categoría de “recursos fósiles”, que dejan una huella en el medioambiente, mientras que el gas natural tiene mejor consideración por parte de los expertos ambientales.
El éxito de Estados Unidos en desarrollos no convencionales cambió la geopolítica de los recursos energéticos. La mayor economía del mundo ya no depende de la importación de países extranjeros, ya que encontró suficiente gas para poder determinar el precio de ese insumo y hasta prepararse a exportar. Es un punto de inflexión en las relaciones internacionales. Sin embargo, la demanda de energía de Estados Unidos sería estable hasta 2060. China, en cambio, estaría en condiciones de duplicar su consumo energético hacia 2030. Esto es porque el 75% del crecimiento mundial vendrá por los países asiáticos y sus nuevas ciudades, como las que florecen en ese gigante.
Noah Mamet, embajador de los Estados Unidos, Lisandro Brill (emblema de los emprendedores) y el catedrático Gerardo della Paolera escuchaban ayer la exposición, organizada por Cippec.
Dentro de 50 años, el 75% de la población vivirá en ciudades. Serán un 75% más que ahora, lo que supone la incorporación de 2.500 millones de personas. La demanda de energía subirá un 60% en los próximos 50 años. Pero hay que bajar las emisiones de carbono –como las que genera el uso del petróleo- a un cuarto de lo actual para que el planeta sea sustentable, según Thomas.
Hacia 2060, habrá 2.000 millones de vehículos, más del doble que los 800 millones que existen ahora. La mitad de ese crecimiento vendrá de Asia, donde se está erigiendo el equivalente a una ciudad de 1,4 millones de personas por semana.
La posesión de gas será fundamental para el desarrollo de los países. Los que ofrezcan reglas de juego más estables, también tendrá acceso a energía más “limpias” y renovables, como solar. Ese abastecimiento ya está vigente en algunos lugares de Estados Unidos (como California), pero el desafío es trasladarlo a los gigantes como China.
“La revolución del shale y el gas como espina dorsal del sistema” serán los ejes del mundo que se viene, según Thomas.
Un país “montaña” típico es los Estados Unidos. Intenta utilizar su poder a fin de fijar las reglas de juego para el sistema internacional, de acuerdo con sus valores y la promoción de sus intereses. “China intenta arraigar sus intereses en la región oriental de Asia y genera un enfrentamiento lleno de tensión con Estados Unidos. Buscan aventejarse el uno al otro”, detalla Thomas. Otro grupo de “montañas” son los países escandinavos. Tras sus ventajas en recursos naturales, como el petróleo, invirtieron en educación y desarrollo social.
Los territorios “océanos” son los emergentes. “El gas natural se desarrolla pero no satisface las grandes expectativas, debido a los marcos políticos inadecuados y a la desilusión a cuanto a los recursos. Allí, las emisiones de gases efecto invernadero llegan a su punto máximo y se mantienen en en un nivek alto durante un período prolongado, hasta que son reducidas por la combinación de biomasa, captura y almacenamiento de carbono y energía solar”, puntualiza el informe de Thomas.