Colón lleva más de un año con idas y venidas

Las piezas de la obra siguen desarmadas frente al aeroparque.

Las piezas de mármol de carrara que componen la estatua de Cristóbal Colón descansan hoy desmontadas en el espigón Puerto Argentino, en Costanera Norte frente al Aeroparque Jorge Newbery, en un predio custodiado por seguridad y blindado por vallas metálicas que transmiten un aire de hermetismo. La reconstrucción está oficialmente a cargo de Secretaría General de Presidencia, aunque quienes hoy llevan las obras de reparación y puesta a punto pertenecen al personal de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata. Ellos dicen que hace 15 meses que nada ocurre en el lugar.
Según los voceros de Secretaría General de Presidencia, se realizó un relevamiento del estado de la base del monumento y de las 254 piezas que lo componen. Especialistas de la Facultad de Bellas Artes, realizaron la limpieza y retiro de basura del predio donde será emplazado, con el objetivo de preparar el lugar para comenzar con los trabajos de montaje. En ese orden también se llevaron adelante los trabajos de restauración y puesta en valor de las piezas, aplicando soluciones minerales para limpiarlas y reemplazando llaves de juntura. Hace un mes, comenzaron las obras de ensamble del monumento, que llevarán aproximadamente tres meses de trabajo.
Sin embargo, en el espigón la situación parece menos optimista. Pedro Nadal, de la Facultad de Bellas Artes de la UNLP, dijo a LA NACION que las obras están “paradas”, por una auditoría de la Nación. Por lo tanto, no pudo aventurar ni los plazos de la obra, ni que la estatua fuera a quedar allí definitivamente. Sobre el destino del monumento, voceros de la Presidencia comentaron que dependerá de la Ciudad y del proyecto del Paseo del Bajo. “Por el momento queda donde está”, sintetizaron.
Si bien la iniciativa de desmontar el monumento surgió del ejecutivo durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, hubo luego un acuerdo entre Nación y Ciudad, y el traslado del monumento de fue aprobado en la Legislatura porteña, ante la queja de asociaciones italianas que gestaron su construcción. Ya pasaron por la obra expertos de la Facultad de Ingeniería de la UBA para apuntalar el basamento de la estatua, y hasta hace pocos días Domingo Tellechea estaba a cargo de la restauración, aunque versiones indican que lo estarían alejando de la obra.