Dura lucha contra las restricciones para los bancos

La Unión Europea se ha puesto firme. Los ajustes ya no son sólo para los ciudadanos. Ahora, las entidades financieras están en la mira. La idea es recortar las primas millonarias y obligarlas a tener liquidez suficiente para sustentar la economía real. Además, se establecerá una tasa sobre las transacciones financieras.

Los bancos de Europa deberán cumplir restricciones

 

Desde Bruselas se ha dado un gran paso ante los excesos de la banca. Se trata de un acuerdo sin precedentes que, por primera vez, permitirá recortar las primas de los directivos.
Este recorte se incluye dentro de la futura normativa de regulación “Basilea III”. Por lo que a partir de 2014, las entidades bancarias europeas tendrán que disponer de suficiente capital como para asegurar su consistencia y proveer crédito suficiente para financiar la economía real.
Sin embargo, aún quedan algunos detalles a tener en cuenta, ya que el acuerdo establece que ese bonus no deberá superar en ningún caso el salario fijo; pero no impide que los banqueros se suban el sueldo.
Entre otras cosas, las instituciones deberán ser cuidadosas con su solvencia y transparencia por el bien de la economía real. Tener mayores niveles de liquidez y capital son algunas de las obligaciones y los estarán obligadas a ser más transparentes en sus obligaciones.
El eurodiputado conservador austríaco Othmar Karas explicó que “los bancos de la Unión tendrán que poner a un lado suficiente dinero para ser más estables y concentrarse en su principal negocio, que es financiar la economía real”.
Hace dos semanas, la Comisión Europea también trabajó para poner en funcionamiento la famosa Tasa Robin, que afectará las transacciones financieras y obligará a los bancos a asumir su responsabilidad en la crisis financiera, permitiendo recaudar hasta 35.000 millones de euros al año. Con la medida se gravarán en un 0,1% las transacciones con acciones y bonos, y en un 0,01% las operaciones con derivados.
Francia, Alemania, Bélgica, Austria, Eslovenia, Portugal, Grecia, Eslovaquia, Italia, España y Estonia son algunos de los países que se comprometieron a ponerla en práctica. El Reino Unido y otros Estados de la Unión se han negaron a aprobar el impuesto, al igual que algunos sectores de la banca.