El extraño culto a San La Muerte

Por estos días, esta entidad religiosa volvió a ser noticia con el caso de la pareja que mantuvo esclavizada durante nueve años a una niña junto a un mono y un perro.

San-La-MuerteSan la Muerte volvió a ser noticia cuando se conoció que una pareja que adoraba este personaje mantuvo secuestrada a una chica durante nueve años, casi sin darle de comer, solo con la compañía de un mono y un perro. Por estos días, la menor se recupera en un hospital y ya pesa 30 kilos.
Pero, ¿qué es San La Muerte? ¿Quién es? Es una entidad venerada en América Latina. Su culto, si bien no tiene “días canónicos”, sí considera especiales al Viernes Santo y al Día de los Fieles Difuntos (o Día de los Muertos).
Su culto se extiende desde América del Sur, en territorios del Paraguay, del noreste de la Argentina, principalmente en la provincia de Corrientes y en menor medida en Misiones, Chaco, Formosa y, al sur de Brasil (Paraná, Santa Catarina, Río Grande del Sur). Desde los años 1960, debido a las migraciones internas, el culto se ha extendido a ciertas zonas de la provincia argentina de Santa Fe y, especialmente, al Gran Buenos Aires. La pareja que fue noticia practicaba sus rituales en un garage de Capital.
El personaje de San la Muerte se encuentra fuertemente en la zona del litoral argentino, donde se cuenta que un monje jesuita en desacuerdo se desprendió de la colonia evangelizadora de la zona, en los tiempos de Carlos III, y comenzó una tarea de ayuda al prójimo muy profunda y cercana a los enfermos de lepra. Multiplicó esta tarea junto con la oración y la predicación del Evangelio y se volvió muy popular.
Aunque le advirtieron muchas veces que cesara con su tarea de ayuda independiente, no se doblegó. Finalmente lo encarcelaron y, en protesta, ayunó de pie. Luego de un tiempo lo encontraron muerto en esa posición, con su túnica y un cayado que lo ayudaba a caminar. Esta es una de las leyendas más difundidas acerca del origen de San La Muerte, una especie de deidad no reconocida por la Iglesia Católica: se lo considera un culto pagano.

Los amuletos

Sus imágenes sirven de amuleto. Suelen ser talladas (a excepción de la guadaña , que se le suele añadir) en una sola pieza de madera dura, hueso (en ocasiones huesos humanos), plomo, yeso etc. Se trata de estatuillas si se quiere colocar debajo de la piel o como colgante: las más altas miden 15 centímetros, las más pequeñas suelen medir tres centímetros y representan a un esqueleto humano con una guadaña cuya hoja es de lata. El mango de la guadaña se apoya en una plataforma a la altura de la cintura; toda la imagen está, generalmente, ubicada sobre otra plataforma. Esta es la representación más frecuente, aunque existen estatuillas con la figurilla sentada o acuclillada, sin guadaña, con las manos apoyadas en el mentón o en la nuca: estas posturas corresponden con la iconografía católica para el Señor de la Paciencia.
Según la página Santuario virtual de San la Muerte, entre los múltiples poderes que se le atribuyen al santo se destaca el de hacer a sus devotos invulnerables al daño, además de inclinar a su favor la suerte en la fortuna y el amor.
Allí se informa: “al santo se le piden gracias o se le solicitan daños. En el primer caso se lo puede colocar sobre el retrato de la persona a la que se quiere enamorar; colgarlo cabeza abajo hasta que satisfaga el pedido o enterrarlo en el patio de la casa o frente a la puerta de entrada hasta que cumpla”.
Y agrega: “en el caso de que se desee hacer daño a un enemigo, también se lo puede asentar sobre el retrato de este o colocarlo mirando hacia el lugar donde vive la persona a la que se desea hacer mal. Es también creencia que para que el santo comience a actuar hay que llevar su imagen durante siete viernes seguidos a siete iglesias distintas. Luego se lo puede colocar en un altar forrado de negro. Es conveniente para asegurarse su protección, hacerle alguna promesa que no debe dejar de cumplirse so pena de recibir su castigo”.

Ofrendas a San La Muerte

“Las ofrendas más comunes son: whisky, cigarros puros, velas rojas, velas blancas, velas blancas y negras, claveles rojos o blancos, flores silvestres, dinero, oro, plata, cosas dulces, que se ponen en su altar. En el caso del dinero y el oro, son ofrendas que no deben sacarse del altar para usar en alguna ocasión determinada, una vez que se le ofrendan Él es el dueño de las mismas”.
En la página de sus seguidores, se detalla el rezo a su santo.“Señor de la Buena Muerte, con fe en Dios Todopoderoso vengo a implorarte ayuda en esta causa (se pide la gracia que se desea conseguir)… Ruego a Dios por tu intercesión para que me conceda lo que te pido , ayúdanos Señor de la Buena muerte con tus milagros y que en los momentos de peligro yo te invoque seguro de tu bondad, concédeme Señor de la Buena Muerte un corazón puro, humilde y prudente, que siempre te sepamos invocar con fe en Dios y por razones nobles; líbranos Señor de la Buena Muerte de toda maldad, ampáranos contra toda herejía, protégenos del aliento incendiario del demonio, ayúdanos hacer buenos hijos de dios en esta vida y por vuestra mediación podamos obtener del Altísimo una buena y santa muerte en el final de nuestra existencia. Amén”