El verano se adelanta: los próximos 3 meses hará más calor de lo normal

Lo anticipó el Servicio Meteorológico. Para esta semana se prevén máximas de hasta 30 grados en la Ciudad.

El verano ya está cerca. Pero parece que este año tiene pensado adelantarse, pasando por arriba de la primavera. En una semana en la que se esperan máximas por arriba de los 30 grados, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) difundió su previsión para los meses de noviembre, diciembre y enero en la que indica que se esperan temperaturas de normales a superiores en la mayor parte del país.
“Esta previsión está en línea con lo que estuvo sucediendo todo este año, que fue bastante cálido. De continuar así, este 2017 va camino a convertirse en el año más cálido del que tenemos registro”, explicó a Clarín la difusora Cindy Fernández, del SMN. Hasta ahora ese lugar lo ocupa 2012, con una temperatura media de 16,8 grados (la media histórica es de 16 grados).
Esto se da en medio de una tendencia global: según la ONU 2017 será uno de los tres más cálidos de la historia en todo el planeta, compartiendo el podio con 2015 y 2016.
Para realizar este informe, el SMN indica probabilidades previstas que se dividen en tres categorías –superior, normal e inferior- cada región del país y para el trimestre pronosticado. Allí, el mapa que indica la previsión de temperatura media para estos tres meses, se puede observar que se prevé mayor probabilidad de que se registren temperaturas normales o superiores a las normales en gran parte del país.
Para el norte y centro de la Patagonia ese espera una temperatura media superior a la normal. Para las provincias del NOA (Noroeste) Cuyo, sur de la Patagonia y todo el centro-este del país, se espera una temperatura superior a lo normal o normal. En la región del Litoral, en tanto, se esperan valores normales o superiores a los normales. Y finalmente, en la porción central del norte del país es la única región en la que la previsión es de temperatura normal o inferior a la normal.
“Estas previsiones no quieren decir que no pueda haber un ingreso de aire frío –aclara Fernández–, pero en general estamos estimando un trimestre cálido”, añade. “En casi todo el país se espera un trimestre cálido, con excepción del noreste, que está más tirando a la normalidad”, advierte.
El fenómeno está en sintonía con lo que vino sucediendo todo este año. De hecho, se registró en la Ciudad de Buenos Aires el invierno más cálido de la historia, con una temperatura promedio de 13,6° y fue la más alta registrada por el SMN desde 1904. Aún falta lo que queda de noviembre y diciembre, pero, de continuar la tendencia, este 2017 podría convertirse en el año más cálido del que haya registro.
Esta semana ya se esperan temperaturas veraniegas. Según el pronóstico del SMN, en Capital y el Gran Buenos Aires hasta el miércoles habrá máximas que rondarán los 30 grados. El alivio llegaría recién el jueves, luego de posibles lluvias que se presentarían entre la tarde y noche del miércoles.
En cuanto a las precipitaciones esperables para el trimestre, el informe del SMN estima que en la mayor parte del país habrá precipitaciones en niveles inferiores a los normal o normal. Sólo en las provincias del NOA y Cuyo se esperan lluvias normales o superiores a las normales. Mientras que en el Litoral y el este de la provincia de Buenos Aires pronostican precipitaciones normales. “No se prevén muchos eventos de precipitaciones. En la región central es temporada de lluvias, pero no estaría extremadamente lluvioso, lo que es un respiro para algunas provincias afectadas por las inundaciones, como La Pampa, Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba”, añadió la pronosticadora.
Con la expectativa de una primavera e inicio del verano con más calor del normal, la pregunta sobre qué pasará con el servicio eléctrico es casi obligada, aunque desde la empresas y el Ministerio de Energía anticiparon que se espera un verano con menos cortes que los anteriores.
La combinación calor y servicio eléctrico entra en tensión cuando comienzan a acumularse los días de mucho calor, con temperaturas máximas muy elevadas y con mínimas también altas, que hacen que durante la noche no refresque lo suficiente para aliviar el consumo. A medida que los días de calor se van acumulando, uno detrás del otro, y las alertas van cambiando de color, de amarilla a naranja, y de naranja a rojo, la demanda eléctrica va aumentando. Habrá que ver entonces, hasta dónde llegará el termómetro y cuántos días sin respiro tendremos que soportar.
Para eso, todavía no hay pronóstico.