Es necesario enseñar a los chicos a nadar

La Organización Mundial de la Salud lo recomendó como una medida prioritaria para combatir la gran cantidad de accidentes fatales

natacion-niñosCuarenta y dos personas se ahogan por hora en el mundo y los menores de 5 años son entre ellas quienes tienen la mayor tasa de mortalidad. Así lo señala una investigación presentada esta semana por la Organización Mundial de la Salud que salió a resaltar la importancia de enseñarles a los chicos a nadar.
Con más de 372 mil víctimas fatales por año, los ahogamientos se han convertido en una de las diez principales causas de muertes entre la población general, y una de las cinco más frecuentes entre los niños, advierte el estudio, que es el primero de su tipo en abordar la problemática a nivel mundial.
El panorama descripto por la OMS resulta particularmente preocupante entre los menores de cinco años, que constituirían casi un tercio de las víctimas; en especial en los países en desarrollo, donde se registran nueve de cada diez episodios con desenlace fatal. Tras analizar los casos reportados por 85 países, la investigación alerta sobre el hecho que los niños suelen ahogarse en situaciones ordinarias, sobre todo dentro o cerca de su hogar; y que “casi todos los lugares donde hay agua presentan pare ellos riesgos de ahogamiento”: desde piletas, lagunas y ríos hasta bañeras, baldes, charcos y zanjas.
Frente a esta realidad, las autoridades de la Organización Mundial de la Salud instaron a las familias a extremar las medidas de precaución. Y entre ellas pusieron especial énfasis en tres: instalar barreras de contención para restringir el acceso de los niños al agua, incorporar conocimientos en socorrismo y enseñarles a los niños a nadar.

COMO Y CUANDO

La natación como capacidad de mantenerse a flote constituye un tipo aprendizaje que los especialistas recomiendan comenzar a desarrollar en forma muy temprana. “Ya a los tres meses de vida se puede empezar a trabajar la interacción del bebé con el agua y a estimular su psicomotricidad, dos aspectos que ayudan a que reaccione positivamente en caso de una caída”, explica Andrea Sanz, quien lleva 25 años enseñando a nadar a bebés. “La idea es que al alcanzar los dos años, que es cuando comienza el periodo consciente y aparece el miedo, ese trabajo hecho sobre sus respuestas naturales al medio acuático les permita ya girar el cuerpo, mantener la cabeza en alto, sostener una respiración rítmica y manejarse en forma relajada aun cuando se caigan al agua con la ropa puesta o incluso hacia atrás”, explica Sanz, directora del centro Bebés Nadadores.
“Por supuesto que esto no es un seguro de vida y uno nunca se puede confiar -agrega-. Hasta los seis años los chicos no deben estar solos cerca del agua: es fundamental que siempre haya con ellos una persona mayor. Los accidentes en pileta te dan muy poco tiempo; por eso es tan importante que ellos reaccionen bien en caso de una caída para tener ese plus que permite llegar a auxiliarlos”.
“A medida que los chicos van creciendo comienzan aparecer los temores al agua, en general infundados por los propios padres como una forma de cuidarlos, lo que hace que resulte más difícil enseñarles a nadar”, señala la profesora, quien reconoce que incluso en forma tardía se trata de un aprendizaje esencial.