Esperando la condena

El caso de las hermanas Jara ha entrado en su fase final. Tras dos años de detención, el próximo 9 de abril los jueces darán a conocer el fallo. El fiscal pidió 5 años y medio de prisión por intento de asesinato. En caso de sean declaradas inocentes, reclamará tres años y medio por lesiones graves. 

Ailén y Marina JaraEl caso de las hermanas Jara está a punto de llegar a una resolución. Después de la polémica por la detención de ambas cuando sólo intentaban defenderse de un ataque sexual, por lo que estuvieron presas esperando a que comience el juicio, llegó el momento de los alegatos. Ahora, la decisión final quedará en manos de los jueces.
“Le dimos el cuchillo a la Policía para demostrar que nos defendimos. Esperamos que esto se resuelva y nos defiendan. Gracias por el apoyo”, con esas palabras, Ailén Jara (20) cerró el debate ante el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de Mercedes.
A pesar de todo, la Fiscalía pidió una pena de 5 años y 6 meses de prisión tanto para ella como para su hermana Marina, de 21 años. La acusación es por haber intentado matar a Juan Antonio Leguizamón Avalos (35), a quien ellas denuncian por haber querido abusarlas. Los abogados de las hermanas pidieron la absolución sosteniendo una defensa legítima cuando se toparon con el hombre en una calle de Moreno y lo apuñalaron.
Según las Jara, el 19 de febrero de 2011 volvían de bailar y se encontraron con Leguizamón, que acababa de salir de la cárcel y venía acosándolas. Para él, fueron las hermanas quienes buscaron agredirlo. En el cruce y la discusión, según se desprende de la investigación, hubo un disparo al aire y Marina le calvó al hombre un cuchillo en la espalda, que llevaba en su cartera. El forcejeo terminó con las hermanas sacándole la pistola y escapando: “esta versión carece de sentido y la víctima siempre tuvo una actitud defensiva”, argumentó el fiscal Guillermo Altube.
Leguizamón esgrimió que no tenía ningún arma. Pero un testigo ya fallecido había dicho que vio a alguien con una camiseta de Nueva Chicago hacer disparos, y el hombre admitió que vestía de negro y verde. Un hecho no menor es que la camiseta y la pistola desaparecieron durante la instrucción que, según la defensa de las hermanas, estuvo plagada de irregularidades. El abogado Isidro Encina ha denunciado que la acusación se basa en un informe médico falso en el que consta que la vida de Leguizamón corría peligro después del ataque recibido.
Ambas hermanas fueron detenidas después de haberse presentado en la comisaría de Paso del Rey para declarar y entregar el cuchillo, hace más de dos años. Los jueces volvieron a rechazar un pedido de arresto domiciliario, por lo que seguirán presas en la cárcel de Hornos a la espera del veredicto que se dará a conocer el próximo 9 de abril.
Si los jueces deciden aplicar la pena que pide la Fiscalía, estarán presas unos meses más y después tendrán derecho a la libertad condicional. “Sería un grave antecedente y marcaría el sexismo que aún existe en la Justicia argentina”, dijo a Clarín Paula Cruz, integrante de la Campaña Nacional contra las violencias hacia las mujeres, que denunció la exclusión de la perspectiva de género en el abordaje judicial del caso. Eduardo Suárez, otro abogado de las hermanas, describió a Leguizamón como “el matón del barrio, machista, sexista y con desprecio por cualquier ser humano”. Además, denunciaron que amenazó a testigos.
Si se decide que las hermanas Jara no intentaron matar a Leguizamón, el fiscal pidió que de todas maneras se las condene a tres años y medio de cárcel por lesiones graves.