Indicios de un continente sumergido

Está ubicado a 1.500 kilómetros de la costa de Río de Janeiro. Un mini submarino tripulado logró recolectar una muestra de granito típica de los continentes, a 4.200 metros de profundidad.

Vestigios de continente sumergido“Acabo de llegar al punto más profundo del océano. Tocar el fondo nunca fue tan bello”, dijo el cineasta James Cameron en 2012 cuando alcanzó los 11 mil metros de profundidad en el Océano Pacífico, a bordo de un submarino que le permitió navegar por esas aguas durante más de tres horas. Ahora, desde Brasil, un científico confirmó a Clarín la fabulosa experiencia de navegar en las profundidades, pero reveló también un descubrimiento que podría ser histórico para la ciencia. Paulo Sumida estuvo a bordo del mini submarino Shinkai 6500 que acaba de encontrar indicios de lo que podría ser un continente que quedó sumergido durante la separación entre África y América del Sur, cuando surgió el Océano Atlántico hace 130 millones de años. “Fue increíble observarlo, un paisaje único y silencioso”, describió Sumida a Clarín vía correo electrónico. “Encontramos granito, un tipo de roca continental que ya había sido localizado por el Servicio Geológico de Brasil y que podría confirmar esta hipótesis. Lo de la Atlántida (la idea del continente perdido) es desde luego una metáfora, pero igualmente éste es un descubrimiento muy interesante”, aseguró Sumida.
El anuncio oficial de los resultados de la expedición se hizo el lunes pasado. El director del Servicio Geológico de Brasil, Roberto Ventura Santos, explicó que hace dos años, durante un dragado en una región llamada “Elevación del Río Grande”, a 1.500 kilómetros de la costa de Río de Janeiro, encontraron muestras de granito, una roca de origen continental.
En un principio se creyó que las muestras habían aparecido por accidente o error. Nadie creía que esa formación continental podría estar en el medio del océano. Luego se empezó a trabajar en la hipótesis que hoy está cerca de ser demostrada. Fue la expedición del submarino japonés Shinkai 6500 (el número remite a la profundidad que es capaz de alcanzar, en metros), compuesta por científicos de Brasil y Japón, la que pudo observar directamente la formación geológica y recoger más material de esas características, a 4.200 metros de profundidad, que ratificaría esta idea del continente perdido.
“Es como si un continente se hubiese hundido en la época en que Sudamérica se separó de África. No sé lo que eso implica jurídicamente. Pero desde el punto de vista científico y técnico, encontrar un continente perdido es una gran novedad”, señaló Ventura Santos.
Según explicó a Clarín Naomi Ussami, profesora asociada de Geofísica de la Universidad de San Pablo, “hasta el momento este tipo de roca no había sido recolectada ni estudiada. Si se confirma que pertenece a un continente sumergido, tendremos que revisar la historia del quiebre de la placa continental y la posterior apertura del océano Atlántico Sur en esa latitud. Desde el punto de vista exploratorio, esto podría establecer nuevas fronteras de investigación para Brasil”.
La expedición nació tras una asociación entre Japón y Brasil. Para el desarrollo del submarino y del barco que lo transportaba, el gobierno japonés invirtió 230 millones de dólares (130 en el barco, llamado Yokosuka, y 100 en el submarino). Y Brasil también puso lo suyo: en cuatro años de exploración desembolsó más de 80 millones de reales.
Por eso, la soberanía sobre ese territorio (y las potenciales explotaciones que pudieran hacerse) es otra de las cuestiones importantes a resolver a partir del descubrimiento. En la zona se encontraron también otros minerales como magnesio, cobalto, cobre, hierro y níquel.
En total, ya se hicieron siete viajes en el Atlántico Sur. Y habrá nuevas travesías con destino a la profundidad del Atlántico entre el 10 y el 24 de mayo, pero en otras zonas. Según explicó Sumida, las próximas inmersiones serán en la región conocida como “Plato de San Pablo”. Pero por lo pronto, ya hay un primer indicio concreto del éxito que tuvo esta misión. “Vamos a reforzar esta hipótesis. La certificación final deberá ocurrir a fines de este año, cuando hagamos perforaciones en la región para encontrar más muestras”, destacó Ventura. De hecho, ya está en marcha una licitación para elegir una empresa de perforación que se pueda ocupar de esta tarea.
Ahora la misión tendrá algunos días de descanso, hasta una nueva expedición. Pero antes de volver a tierra firme y contarle al mundo el nuevo descubrimiento, hubo un último momento de celebración para toda la tripulación. Según explicó en su blog uno de los tripulantes brasileños (en el sitio http://diariodebordounivali.blogspot.com.br/ ), al caer la tarde y a pocas horas de volver a la “ciudad maravillosa”, tal como la describió el científico brasileño, se hizo un “churrasco de confraternización” para festejar el éxito de la expedición, a la que definieron como “pionera de la historia de las ciencias marinas de Brasil”.