Julio Razona: “Hubo una construcción del ministerio público”

El abogado Julio Razona representó a Walter Donoso, comerciante que disparó contra dos delincuentes que intentaban robar a un taxista que transportaba a una familia, hiriendo a uno de ellos y matando al otro. Después de ser declarado No Culpable en el juicio por jurados, recibió amenazas de muerte en el Tribunal y ahora está con custodia policial. “Esto nunca tendría que haber llegado hasta acá. Es un gastadero de dinero y tiempo”, dijo sobre el trabajo del fiscal Lódola. Razona-Julio

El caso de Walter Donoso, pasó a ser un despropósito (uno más) del sistema judicial. Su abogado, Julio Razona, dio detalles en la 99.9 de la forma en la cuál se llevó adelante el juicio por jurados donde lo declararon No Culpable de matar a un delincuente y balear a otro intentando defender a un taxista y una familia que viajaba en el vehículo cuando dos motochorros querían robarles. Además, destacó las amenazas que sufrió en el propio juicio la persona acusada.
“Walter Donoso es un comerciante de Mar del Plata que sufrió una serie de asaltos a su comercio entre 2001 y 2013. En uno de ellos fusilaron a su hermano, le pegaron un tiro en la cabeza. El hecho fue el 23 de diciembre de 2013 cuando estaban los saqueos en Mar del Plata y la huelga policial y estaba custodiando su local”, dijo en principio. Luego añadió: “había tomado una pistola 9 mm que era de su hermano porque le avisaron que había una horda haciendo saqueos. Luego le dicen que esa gente se había dispersado y a las 22.30 sale con su auto del comercio, dobla en la esquina con el arma en el piso de su auto y ve como dos motochorros lo quieren robar, él los esquiva y los delincuentes paran frente a un taxi donde iba un matrimonio con una adolescente, además del conductor”.
Ante un acto similar al que le tocó vivir a su hermano, Donoso tomó la decisión de intervenir: “paró unos metros adelante, trató de llamar al 911 pero no pudo y se bajó del auto. Ahí comenzó a intercambiar disparos con ambos delincuentes que estaban armados. Vio como le habían puesto la pistola en la cabeza al pasajero. Fue acusado por exceso en la legítima defensa, según la fiscalía”, advirtió.
A partir de ahí, las acusaciones terminaron en juicio oral donde pudieron demostrar distintos puntos de la situación: “en el juicio demostramos que defendió a terceros y a él mismo cuando le dispararon los delincuentes. De casualidad pasó la policía porque iban a hacer un operativo para cuidar un supermercado, era un grupo GAD que intervino y lo redujeron. Él se entregó rápidamente y también entregó el arma. El fiscal indicó que no había parado de disparar aún bajo la voz de alto, luego el perito dijo que el tiroteo no duró más de 11 segundos y era imposible que con 16 disparos en ese lapso haya escuchado la voz de alto”, señaló Razona.
En medio, hubo otro hecho delictivo que casi le cuesta la vida a Donoso y que tuvo tintes de venganza: “un mes y medio después de haber matado a uno de los motochorros, Donoso estaba en su comercio y entraron dos encapuchados que lo quisieron fusilar igual que a su hermano. El disparo no fue efectivo porque no salió la bala y entonces le pegaron cuatro cuchillazos en el abdomen. Estuvo al borde de la muerte pero se recuperó. La causa cayó en saco roto y casualmente tenía el mismo fiscal que ahora lo acusa de exceso en la defensa”.
Según lo que indica Razona, hubo un despropósito judicial en la intención de Juan Pablo Lódola: “hubo una construcción del ministerio público. Asumí la defensa de donoso cuando ya estaba el juicio oral ordenado y esto nunca tendría que haber llegado hasta acá. Es un gastadero de dinero y tiempo que no se tendría que haber llevado adelante”. Incluso advirtió que “hace tres años que hay uno de los motochorros prófugo. Recibió un balazo en el muslo en el tiroteo, fue atendido en el Hospital Interzonal y todavía no lo pudieron encontrar. Tiene que estar rengo, no debe ser muy difícil hallarlo”.
Además de todas estas cuestiones, también hubo amenazas explícitas de muerte en el transcurso del juicio: “hubo que desalojar en tres oportunidades al familiar del motochorro muerto no sólo porque fueron irrespetuosos con el Tribunal estando el personal policial dentro de la sala, sino que interrumpieron mi alegato a los gritos y cuando escucharon la sentencia que Donoso no era culpable, lo amenazaron de muerte delante del Tribunal y el fiscal. Pedimos la intervención de oficio para que investiguen la amenaza calificada. Ahora Donoso tiene una custodia policial, pero ya tomó la decisión de radicarse en otra ciudad junto a su madre y cerrar la despensa que tiene”.
Todo ha sido un tremendo despropósito para una persona que trató de defender a una familia y un trabajador de dos motochorros que querían asaltarlos a punta de arma. Incluso Razona comparó las situaciones: “el sistema es muy permisivo, la familia del asaltante muerto se presentó como particular damnificado con su abogado para hacer valer los derechos de la víctima. Exigió de la justicia muchísimas cosas y el mismo derecho tiene Donoso de saber quien mató a su hermano, quien lo amenazó y quien lo acuchilló”. 
Por último, el abogado se refirió a su primera experiencia en el juicio por jurados: “todos los conceptos jurídicos que uno tiene y que hacen que la gente no nos entienda cuando hablamos, debemos bajarlos para que los entiendan todos. El sistema de elección del jurado es muy burocrático, se torna caprichosa y apurada la determinación. Se debe hacer un listado de jurados voluntarios porque hay algunos que no están de acuerdo en participar y lo sienten como una obligación”.