La familia de una víctima podrá opinar sobre la libertad del asesino

Es un fallo inédito que lograron Diana Cohen Agrest y su marido. Su hijo Ezequiel fue asesinado en un robo.

ezequiel-agrestPor primera vez, un juez nacional reconoció que las víctimas de un delito –o sus familiares– tienen derecho a ser informados y ser escuchados por el Tribunal antes de resolver cualquier medida durante la etapa de ejecución de pena de los condenados.
El fallo fue del juez nacional de Ejecución Penal N° 4, Marcelo Peluzzi, quien hizo lugar al pedido formulado por la filósofa Diana Cohen de Agrest –fundadora de la organización Usina de Justicia– y de su esposo Gustavo Agrest, para que sean “atendidas sus inquietudes” antes de que se resuelva cualquier pedido de libertad condicional, salidas transitorias, libertad anticipada un otro beneficio que formule el asesino de su hijo Ezequiel Agrest (hoy preso, cumpliendo su condena).
Según Diana Cohen de Agrest,este es underecho que ya fue reconocido por la Organización de Naciones Unidas, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el Estatuto de Roma y la Corte Penal Internacional “a través de normas que garantizan a la víctima el acceso a todas las etapas del proceso penal, incluida la del cumplimiento de la pena impuesta a sus agresores”.
Los padres de Ezequiel, asesinado durante un robo en 2011,sostuvieron ante el juez que el artículo491 del Código Procesal Penal de la Nación, que prohíbe que la víctima sea siquiera oída en la etapa de cumplimiento de la pena de su agresor, constituye una discriminación en perjuicio de las víctimas “que afecta la igualdad de tratamiento de las partes en el proceso penal”.
“El derecho constitucional a la defensa en juicio, que implica el derecho a intervenir y a ser oído en el proceso penal, no se agota con el dictado de la sentencia que impone una condena, sino que se extiende a la etapa de cumplimiento de la pena, que es el corolario del proceso penal”, explicó la familia Agrest en un comunicado.
“Ese derecho esimprescindible para que la víctima pueda tomar conocimiento de cualquier trámite de liberación del condenado y adoptar los recaudos para prevenir cualquier represalia dirigida contra ellos mismos o su familia”, remarcó a Clarín Cohen de Agrest, quien como ejemplo contó que, según sus cálculos, el asesino de su hijo (condenado a 18 años de prisión) debería recuperar la libertad en 2030. Pero si le otorgan beneficios la fecha podría ser en febrero de 2018. “Es importante para nosotros conocer cómo sigue la causa”, explicó la filósofa.
El crimen de Ezequiel ocurrió el 8 de julio de 2011 en el pasaje Bertrés al 500, casi Pedro Goyena, en el barrio porteño de Caballito. Allí vivía Lucía Agosta, una compañera de Agrest. Ambos fueron sorprendidos por un joven que ingresó a robar cuando bajaban cosas de un auto. Agrest forcejeó con el ladrón, quien le pegó dos tiros. El asesino es hijo de un policía Federal.