Médicos australiano lograron transplantar corazones sin vida

Ya se realizaron en tres pacientes. Hasta el momento sólo se utilizan órganos que laten, de pacientes con muerte cerebral. Los médicos creen que con esta nueva técnica se reduciría la escasez de órganos.

Saint-Vincent-HospitalCirujanos del Hospital Saint Vincent’s de Sídney anunciaron esta mañana que lograron trasplantar corazones que previamente habían dejado de latir, un avance que podría revolucionar el mundo de la donación de órganos.
Hasta ahora, los médicos solo utilizaban corazones que seguían latiendo, procedentes de donantes con muerte cerebral, pero varios cirujanos del este centro médico desarrollaron una técnica para “resucitar” órganos que llevaban hasta 20 minutos sin latir.
“Sabíamos que durante un cierto tiempo el corazón puede ser reanimado al igual que otros órganos, y ahora hemos sido capaces de reactivarlo con una máquina para después realizar el trasplante”, explicó el cirujano Kumud Dhital, profesor asociado de la Universidad de New South Wales de Sydney.
La nueva técnica consiste en trasferir el corazón del donante a una máquina portátil, donde el órgano se conserva gracias una solución química, es resucitado y se conserva su temperatura hasta el momento del trasplante.
El director médico de la Unidad de trasplantes de corazón del Saint Vicent’s, Peter MacDonald, explicó que “el uso de corazones donados tras la muerte circulatoria del paciente aumentará considerablemente la disponibilidad de estos órganos” para realizar trasplantes. “Se trata de un gran avance para reducir la escasez de órganos donados”, afirmó.
Por el momento, sólo tres personas recibieron este tipo de trasplante, de las cuales dos están recuperándose con normalidad y una tercera continúa en cuidados intensivos.
Michelle Gribilas y Jan Damen, los dos primeros pacientes que se han sometido a la nueva técnica, están satisfechos con el resultado. “No soy una persona religiosa o espiritual, pero es difícil hacerse la idea de esto”, aseguró Damen.
Dhital se mostró optimista respecto a esta técnica: “Me atrevería a decir que en los próximos cinco años veremos más y más trasplantes que utilicen este nuevo método”, concluyó.