Murió la mujer envenenada con un poderoso gas tóxico en Gran Bretaña

Se trata de Dawn Sturgess. Es el mismo veneno con el que fue atacado el ex espía ruso, Sergei Skripal, y su hija.

La británica que fue expuesta al agente nervioso Novichook, el mismo que se utilizó para atacar al ex espía ruso Serguei Skripal en el Reino Unido, murió este domingo en la ciudad de Salisbury, según informó Scotland Yard. Dawn Sturgess, de 44 años, es la primera víctima fatal en suelo británico del poderoso tóxico que fue fabricado por la Unión Soviética en épocas de la Guerra Fría.
La mujer, de 44 años, y su marido, de 45, Charlie Rowley, de 45 años, quien también estuvo expuesto al agente nervioso, fueron hospitalizados la semana pasada después de que ambos resultaran intoxicados con el agente nervioso en la localidad de Amesbury, situada a unos 13 kilómetros de Salisbury, donde en marzo fueron envenenados Skripal y su hija Julia.
El hombre aún se encuentra grave, informó un portavoz policial. La Policía dijo que había iniciado una investigación por asesinato. Las autoridades creen que la pareja pudo haber estado en contacto con un objeto contaminado que fue empleado en el ataque al doble agente ruso. Se presume que podrían haber encontrado una botella o una jeringa con restos del veneno.
Skripal y su hija fueron encontrados hace cuatro meses inconscientes en un banco de una plaza en Salisbury. Estuvieron graves, pero lograron recuperarse y viven actualmente en un lugar secreto. Reino Unido acusa a Rusia del ataque, algo que Moscú niega.
La primera ministra británica, Theresa May, se mostró afectada y dijo estar “conmocionada” por la noticia. “Estoy horrorizada y consternada por la muerte de Dawn Sturgess”, declaró en un comunicado.
La familia ha sido informada y está recibiendo apoyo, según ha informado el cuerpo policial en un comunicado. La unidad antiterrorista se ha hecho cargo de la investigación en la que trabajan un centenar de agentes.
Sturgess y Rowley, ambos de nacionalidad británica, fueron hallados inconscientes hace una semana en un domicilio de la localidad de Amesbury. No hay “nada en sus antecedentes” que haga sospechar a la policía que Rowley y Sturgess hayan sido el objetivo de un ataque.
El exagente ruso Serguéi Skripal, que recibió asilo en Reino Unido tras ser liberado en un intercambio de espías en 2010, y su hija Yulia, que se encontraba en la localidad de Salisbury visitando a su padre, fueron tratados durante semanas por el envenenamiento con un agente nervioso, antes de recibir el alta médica.
Dawn Sturgess y Charlie Rowley habían sido identificados por amigos, luego de haber sido encontrados inconscientes el sábado pasado por la policía. Dawn Sturgess vivía en una casa para homeless cerca del restaurante Zizzi, frecuentado por los Skripal. El Novichok sólo se producía en un laboratorio de la ex Unión Soviética. La histórica ciudad de Salisbury aún está siendo descontaminada tras el ataque inicial a los Skripal. El trabajo continuará al menos por otros seis meses.
Dawn, madre de tres hijos, vivía en John Baker House, un lugar para proteger a gente sin casa en Salisbury. Inicialmente, la investigación policial estimó que “las víctimas podrían haber tomado heroína o crack en un grupo contaminado de drogas”. Pero nuevas investigaciones han descartado ese cóctel y determinaron que la causa de la contaminación era el Novichok.
Según amigos, la pareja había asistido a una fiesta del pueblo el sábado organizado por la iglesia bautista. Al menos 200 personas asistieron y hasta ahora nadie ha mostrado efectos similares. La policía custodia la iglesia bautista, que ha sido clausurada.
El jueves, el secretario del Interior de Gran Bretaña, Sajid Yavid, acusó a Rusia de convertir al Reino Unido en un “vertedero de veneno” y demandó una explicación. Londres apunta a Rusia como responsable del ataque contra los Skripal, pero el Kremlin rechaza las acusaciones. La hipótesis sobre la que se trabaja “sería que estas son víctimas de las consecuencias del ataque anterior”, dijo el ministro de Seguridad, Ben Wallace, a la BBC.
El nuevo caso se dio a conocer en un momento sensible: la selección inglesa de fútbol compite en el Mundial que se disputa en Rusia y en unos días se celebrará una cumbre de la alianza militar OTAN centrada, en parte, en los lazos de Occidente y Moscú.