Siete de cada diez argentinos apoyan la quita de financiación oficial

La encuesta de D’Alessio Irol / Berensztein reveló que siete de cada diez argentinos apoyan la descisión oficial de discontinuar el financiamiento del fútbol con recursos públicos.

El sondeo, realizado en febrero sobre un universo online de 1000 personas mayores de 18 años, reveló además que ocho de cada diez argentinos verían bien que los dirigentes de los clubes presenten avales sobre su patrimonio antes de asumir funciones ejecutivas en sus clubes.
El estudio mostró además una clara diferencia entre los votantes de Cambiemos y del Frente Para la Victoria. El 96% de quienes apoyaron a Mauricio Macri en las últimas elecciones presidenciales concuerda con la decisión del Ejecutivo de cancelar el Fútbol Para Todos. Sin embargo, el porcentaje de adhesiones baja hasta el 45 entre quienes votaron por Daniel Scioli, candidato del Frente Para la Victoria. Un 40% del electorado justicialista se mostró contrario a la cancelación del programa que estatizó las transmisiones televisivas del fútbol de primera.
La mayoría de los encuestados se mostró a favor de incluir controles o auditorías externas en los balances de los clubes. El 32% de los encuestados lo consideró imprescindible, mientras que para el 40% se trata de una medida “conveniente”. En este rubro, los porcentajes son casi independientes de las predilecciones electorales.
Además, un 57% de los consultados calificó de “imprescindible” que los directivos presenten avales económicos y éticos antes de acceder a la dirección de un club. Para un 26%, la medida sería “conveniente”. Ya existen clubes en los que los directivos deben responder con su propio patrimonio los manejos en el club: un ejemplo es Boca Juniors, el club que supo presidir Mauricio Macri.
La falta de controles en el Fútbol Para Todos, un programa que dependió de la Jefatura de Gabinete, primero, y de la Secretaría General de la Presidencia, después, hizo que se iniciara una causa judicial investigada por la jueza María Servini de Cubría a raíz de una denuncia de la legisladora porteña Graciela Ocaña. Aunque el presidente Macri prometió en la campaña electoral de 2015 que el programa se mantendría, lo primero que hizo cuando llegó al poder fue despolitizar las transmisiones de los partidos: no hubo más propaganda oficial. En noviembre de 2016, el Gobierno anunció que ya no invertiría más dinero en el fútbol.