Detrás del zócalo rojo

Estas semanas de alta tensión fueron signadas por la tremebunda posición que se intentó establecer desde la política y los medios, que hasta llevó a Mirta Legrand a decir que llegó a creer que todo se iba al demonio. Sin embargo, quedó demostrado que la realidad está lejos de tan tremenda visión: los problemas sí existen, pero no llegan a la relevancia que se les pretende atribuir. Los medios con editor responsable no supieron, no quisieron, o no entendieron qué estaba en juego, repitiéndose unos a otros en una temática alarmista que, la realidad demostró, no era tal.

Lo cierto es que Argentina sin equilibrio fiscal genera, vía gasto público, un escenario de inflación que inevitablemente lleva al ajuste de la paridad cambiaria con la moneda totémica de los argentinos: el dólar. Lejos de ese lugar, en estas semanas han ocurrido una serie de hechos que hablan de un país encaminado a un cambio de fondo en cuestiones tales como comercio exterior, energía y transportes.

Caso paradigmático fue la apertura del mercado de cítricos hacia Japón y de carnes enfriadas a China. Luego de ocho años de intensas negociaciones comerciales y sanitarias, la Argentina logró la apertura del mercado japonés que se hará efectiva con la cosecha de este año para cítricos frescos, principalmente pomelos y limones, lo que significará ingresos por 22 millones de dólares anuales.

El año último, la Argentina exportó productos y subproductos cítricos por 240 millones de dólares, de los cuales 128 millones fueron en fruta fresca y el resto en jugos concentrados, aceites esenciales y cáscaras deshidratadas, según datos de la Federación Argentina del Citrus (Federcitrus).

“En el corto plazo, el acuerdo significa el 10 por ciento del mercado de cítricos japonés, pero en el mediano y largo plazo se podría ampliar a entre el 30 y el 40 por ciento”, dijo a LA NACION el director nacional de Mercados Agroalimentarios de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos (Sagpya), Gustavo Idígoras. “Es, además, una oportunidad para reactivar la producción local”.

El de las carnes enfriadas a China es un acuerdo que no parece en inicio tener techo. El ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevere, firmó el entendimiento con funcionarios de la Administración General de Aduanas de la República Popular China. “El evento constituye un hecho histórico que concluye más de 15 años de negociaciones y permitirá multiplicar las ventas de carne bovina de la Argentina”, dijo el gobierno de Cambiemos en un comunicado de prensa. Asimismo, se firmaron los protocolos para la apertura de los mercados de productos pancreáticos (de aplicación en la industria farmacéutica), caballos en pie, semen y embriones bovinos.

En materia de energía, el dato que implica un giro excepcional es el de las alternativas, siendo el primer emprendimiento el de la empresa Pampa Energía en Bahía Blanca, iniciando la producción con un complejo de molinos de viento que genera 100MW al que le seguirán en corto plazo tres emprendimientos mas del mismo tipo. El cambio de matriz energética es imparable y está destinado a crecer.

Estas realidades son parte de lo que ocurre y debe ser expuesto ante la sociedad en particular en momentos de turbulencia que tanta sobra genera en la población. Un caso más que interesante es el del nuevo presidente de la fundación PRO TEJER Yeal Kim: Llegó a la Argentina con 18 años huyendo de la pobreza de Corea del Sur en 1976. Se inicio con su familia en la villa 1-11-14 trabajando a fasón. Hoy lidera AMESUD. Su empresa textil emplea a 470 personas y ocupa una superficie de 30 mil metros cuadrados y anticipa que en su rol de presidente de PRO TEJER busca impulsar que la industria llegue a dar 200 mil empleos y sea un instrumento para terminar con la pobreza.

No todo es el zócalo rojo del editor responsable.