Tiempo final

Es obvio que ya nada es como solía serlo para Daniel Scioli. La misma idea de su indemnidad política y personal se le hizo tan carne, que ante una inundación sin precedentes en la provincia de Buenos Aires, de todos modos no dudó en subirse a un avión para vacacionar en Italia.

Y ya nada será igual porque al haber presentado su declaración patrimonial, finalmente se colocó a tiro de piedra de la auscultación de su patrimonio, y los primeros datos no cuadran bien. El investigador de Delitos Económicos y Fraudes Corporativos Alfredo Popritkin volcó sus impresiones en la 99.9“Analizamos la presentación con las limitaciones que se tienen, y vemos algunas cuestiones que suenan un poco raras”, dijo. Luego abundó: “falta información como el principal activo de Daniel Scioli, que es el capital de una sociedad anónima, donde no se conoce quiénes son los accionistas, y se tiene un monto de capital invertido que es de 9.100.000 pesos”. Al respecto, agregó que “esa sociedad se llama Capanone S.A., y el objeto social es la compraventa de bienes inmuebles, pero no conocemos qué tiene dentro de su capital”.
La última referencia de patrimonio de Scioli data del 2007 y el incremento es notable, aún con las imprecisiones enumeradas. Por eso el especialista reclama mayores datos al respecto: “No sabemos qué pasó con sus bienes en los últimos años porque las declaraciones como gobernador no son públicas. Sus últimas presentaciones a nivel nacional fueron en 2007 y tenía 1.200.000 pesos, pero ahora su patrimonio es de 13.600.000 pesos. Es un crecimiento importante que no está justificado con sus ingresos como funcionario”. Para darle un mayor marco a su sospecha, agrega que “él dice que tiene de ingresos 60.000 pesos mensuales y nunca con esos ingresos se puede haber producido un incremento de patrimonio de semejante magnitud. La única casa que declara como propia es La Ñata, de 13.000 metros cuadrados, y sólo la valúa en 2.200.000 pesos, lo que da un valor de 167 pesos por metro cuadrado, precio que no existe en el mercado. Todo esto sin contar el equipamiento y el contenido”.

Clarín, medio en el que Scioli ha gozado de un trato excepcionalmente favorable, colocó en tapa un artículo de Nicolás Wiñazki que amplía esta situación, revelando que el gobernador bonaerense declaró como imputado en una causa en la que está denunciado por enriquecimiento ilícito. Según se publica, la denuncia fue presentada por el abogado Rafael Velischek a las 13:50 del 24 de abril del 2014 en la Mesa General de Entradas y Registraciones de la Fiscalía General del Departamento Judicial de La Plata. En su escrito, Velischek argumenta que existía suficiente información y evidencias para que las autoridades judiciales analicen si Scioli había ocultado bienes a través de una red de sociedades comerciales montada de modo presuntamente ilegal. Presentada en 2010, cinco años después, el juez de garantías de La Plata Pablo Ráele y el fiscal Jorge Paolini decidieron impulsar la denuncia.

La sola noticia será motivo más que suficiente para establecer, enmarcada toda la cuestión en el escándalo tucumano, una nueva base de debate político de cara a octubre. Signos claros todos de un tiempo final.