Malas lenguas 1005

De reuniones, roscas y conspiraciones. Avenida del Libertador y La Pampa, CABA. Confitería Dandy. Allí, la semana pasada departían, café de por medio, el juez federal Daniel Rafecas, Roberto Atilio Falcone, Santiago Inchausti, Marcelo Madina y Daniel Adler. ¿En qué conspireta estarían?, ¿planeando qué movida? Nuestras fuentes aseguran que movían contactos para garantizar una sentencia condenatoria en la causa CNU que proteja al fiscal general de cámaras “Quesito” Adler. Si así f’uera, lo lograron, dada la estrafalaria condena conseguida en dicha causa. Justicia Legítima no se rinde, conspira, que es lo que mejor le sale.

Autos perdidos. Quizá de tanto andar en la rosca de la política judicial, Santiago “Manitas” Inchausti está un tantillo extraviado. Recibió un pedido de restitución de un vehículo secuestrado en la pomposamente llamada “operación anti lavado más grande la historia”, y contestó que no está en su poder. Los reclamantes -o la reclamante, para ser más precisos- debieron acompañar un informe con las imágenes del vehículo Suran LSD chapa LQS 887, pidiéndole a la Cámara Federal que le indique al juez que cumpla con la ley y devuelva el citado vehículo a su legítimo dueño. Increíble: “Manitas” toma prisioneros, se apodera de bienes y sostiene que lo hace por un bien mayor, combatir el mal. Laudato judicial a medida de su delirante visión de la vida.

¡Deeelpo, Deeeelpo! I. Fue una noche mágica en el Polideportivo, disfrutando del espectáculo que brindaron Juan Martín Del Potro y David Ferrer. Para algunos, magia no hubo. Para Marcelo Pasetti, por ejemplo, devenido cronista de tenis para el Multiladrey, que se la pasó sacando fotos con el celular para generar contenido para la fallida plataforma comunicacional del anciano aldeano de Lugo. Y este (el anciano aldeano) no la pasó bien: hizo cola para ingresar como todos los comunes mortales y no le dieron tratamiento VIP, lo que lo puso de pésimo humor y lo llevó a retirarse del sitio a poco de iniciado el primer set . Otras épocas fueron para él cuando reinaba en la Provincia el ahora multi investigado Danielito Scioli, que lo colocaba como adalid del emprendedurismo inversor en todo evento.

¡Deeelpo, Deeeelpo! II. Repleto el Poli, asistencia casi perfecta de público, aunque daba la impresión de que habían repartido entradas de favor a troche y moche. La falta de aire acondicionado transformó el ámbito en una caldera insoportable, no obstante la gente disimuló y se la bancó por el entusiasmo generado por la presencia del deportista del año en Mar del Plata. Los que a duras penas soportaban la temperatura reinante pagaron cuarenta pesos una botella de agua o gaseosa de doscientos cincuenta centímetros cúbicos. El fastidio: los trapitos rodeando toda el área y pidiendo plata por estacionar en la vía pública. Un clásico que irrita.

Una vez más. La tarifa del transporte público de pasajeros una vez más trajo insólitos momentos. Los colectiveros metiendo presión, un grupo anarco “Votamos luchar” que cortó la avenida Luro e insistiendo en que son la voz del pueblo al que se debe escuchar… La trifulca entre estos y personas identificadas con el club Alvarado era algo que se esperaba. Policías mirando el espectáculo, fiscales ignorando la suma de delitos que estaban en desarrollo, capuchas, palos… Deberíamos sensatamente terminar con este carnaval fuera de época y lugar a derecho y respetando la Constitución Nacional, de una buena vez.