Malas lenguas 1046

De no creer I. Fue todo un impacto, que ameritó, quizá por primera vez, elogios por parte del Gobierno provincial. Liderados por el intendente Carlos Fernando Arroyo, los funcionarios políticos se proveyeron de elementos de limpieza y acometieron con las tareas de higiene que permitieron organizar y dejar como corresponde los centros de salud. La acción, inédita y de gran repercusión mediática, muy celebrada en las redes, tuvo sus aristas. El abogado Gil de Muro fue de los últimos en llegar: no encontraba ropa apropiada para el cometido, léase ropa de fajina, algún pantaloncillo viejo, una remerita raída, algo por el estilo. El que se llevó aplausos fue Carlos Aramburu, titular de la Casa de Mar del Plata en CABA. Impactó verlo trabajar escobillón en mano y sin guantes. Muy fuerte.

De no creer II. La convocatoria a limpiar en el CEMA y los CAP fue impulsada por el propio Arroyo y avalada por todo lo alto por el secretario de Salud Gustavo Blanco, que munido de protectores guantes amarillos, le dio duro al lampazo y al estropajo, en tanto animaba al resto de los secretarios con su florido repertorio musical. Integrándose a la tropa, el secretario de Hacienda Hernán Mourelle compartió tareas con otro Hernán, Tillou, y el secretario de Gobierno Alejandro Vicente. Al fin de la jornada se dio a conocer que hay un pago parcialmente liberado a Fumigación y Limpieza SA, la empresa propiedad de Jorge Pérez, dueño de Canal 10, lo que permitiría que se normalicen las tareas de higiene.

De no creer III. Lo más insólito de la jornada en que el intendente y funcionarios tomaron la responsabilidad de limpiar dependencias municipales de salud, fue la aparición en el CEMA del fiscal general de cámaras Daniel Adler. El jefe de Justicia Legítima en Mar del Plata y uno de los dilectos colaboradores de la sometida a proceso fiscal general Alejandra Gils Carbó se apropicuó, no a colaborar con las tareas de limpieza sino a dar consejos legales al intendente. Suelto de cuerpo, “Quesito” se despachó sugiriendo al intendente Arroyo que efectúe una denuncia penal por delito ambiental en el fuero federal.

De no creer IV. Ante la llegada de Adler, todos quedaron estupefactos. Estuvieron a punto de ofrecerle una escoba, pero nadie se animó. Ahí nomás comenzó a “asesorar” al lord mayor para que se dirigiera al fuero federal con una denuncia ambiental, recomendando concretamente un nombre para tal cometido: juzgado de Alfredo López. Sí, leyó bien, el mismísimo López que lo ha denunciado públicamente como jefe de la mafia conocida como Justicia Legítima. En su alocución, Adler llegó a señalar que por suerte ya no estaban los kirchneristas en el poder, y que ahora sí podía trabajar tranquilo. Afortunadamente, Arroyo estaba más que muy ocupado, y lo que Adler le dijo le salió por la oreja con la que no lo estaba escuchando.