Malas lenguas 814

De relatos y realidades: Los números municipales ya acumulan doscientos millones de déficit, con cincuenta y un millones en fondos afectados a cubrir gastos comunes; además de la cuestión salarial, que empieza a marcar el ritmo de la desgestion GAP. Esta semana, en una asamblea realizada en el Centro de Salud Nº 1 de Colon y Salta, se debatió y resolvió que, al respecto del aumento salarial del personal municipal, se debe empujar al gremio que los nuclea a solicitar un importante aumento. Asamblea, en donde podrían haber participado más personas; pero por diferentes motivos, tal vez por falta de notificación de la misma, sólo hubo aproximadamente 35 personas de diferentes dependencias (zoonosis, CAPS, Cementerio, etc.). El martes 07/05 habrá una reunión de delegados, en donde deberían aceptarse estos puntos (los de la foto)…
Se está forzando al sindicato a realizar esta gestión ya que este, el STM, dice que la municipalidad no está en condiciones de afrontar el aumento; o al menos, es lo que los dirigentes (que han sido cooptados por GAP/Perogrullo/Cospelito favores por medio) dicen. Si no se lleva a cabo dicha reunión, habrá nuevo encuentro para determinar cuáles son los pasos a seguir.
Vale citar que en la primera campaña de Pulti, él “peleaba” porque la planta de personal era de 7.000 agentes. Ahora, hay más de 9.000. Para tener una idea, uno de los últimos legajos de los ingresantes ya superó el número 30.000; como referencia, en los años 90 el número de legajo era 18.000. Recién en el mes de marzo pasado se cobró la última cuota del aumento del 2012, y los dirigidos por Gillardi dicen que “como está la comuna, no se puede pedir aumento de salarios”.

No sabe, no contesta, no paga: Expuesto por el medio digital “Revista Puerto”, se conoció que el subsecretario del gobierno nacional para el área puertos y vías navegables Horacio Tettamanti no paga el canon, no hace obras comprometidas, y tiene vencida la concesión. Textualmente, en una nota de Roberto Garrone, dicen que Terrena no es una firma más entre los permisionarios del Consorcio Portuario en la estación marítima local. Se trata de una empresa controlada por Servicios Portuarios Integrados –SPI Astilleros-, propiedad de Horacio Tettamanti, actual subsecretario de Puertos y Vías Navegables de la Nación. Tiene amarrados el Mossdok I y Mossdok 2000, los dos diques flotantes con los que presta servicio de reparaciones a armadores locales, nacionales e internacionales.
Terrena desembarcó en el puerto marplatense en los albores de este siglo. En diciembre del 2001 se le otorgó a la firma un permiso de uso no exclusivo por el término de diez años en el Espigón 7 para conformar una terminal de prestaciones de servicios, reparaciones y alistamiento de buques. Como contraprestación debía hacer inversión de 1.750.000 pesos (dólares).
En diciembre de 2002 se suscribe el acta de tenencia. Terrena tenía como obligación realizar el plan de inversiones, que incluía proceder al desguace y disposición final de los buques Latar II y Kronomether. Nada está cumplido. Tettamanti, que se afana en hacer notar su amistad con Julio de Vido, se comporta como dueño y señor ignorando en todas sus obligaciones comerciales y ciudadanas.
La década pasó, el permiso venció, pero la empresa de Tettamanti no realizó las obras prometidas. Pese a no tener uso exclusivo, la garita que montó en la entrada del muelle impide que cualquier persona/empresa pueda ingresar sin su autorización. Los barcos ahora están siendo removidos, pero porque el gobierno nacional invirtió 22 millones de pesos en una obra que también incluyó al Tehuelche, hundido sobre la Escollera Norte.

Si acuerdos: Fue una reunión en la que se suponía se abría el camino a consensos para mejor administrar la comuna. Concurrió prácticamente todo el bloque de la UCR al despacho del secretario de gobierno Marcelo Artime. Básicamente los radicales tienen un trabajo realizado para reutilizar en mejor destino unos ciento cuarenta millones de pesos del presupuesto. Artime los había convencido que tiene un trabajo similar. Puestos a verse las caras unos y otros se mostraron los dientes pero nadie expuso las cartas. Hay derrumbe en puerta, pero el relato sigue hablando de fiesta.