Malas lenguas 987

La jaula de las locas I. Semana casi light en la manzana de las sombras, con menos ruido que el habitual. La calle Hipólito Yrigoyen, a diario sitiada, no representa ya un problema; los bombos, si los hay, son parte del paisaje. No hay peor indiferencia que aquella provocada por la rutina. Ni siquiera el papelón que implicó la intentona de nombrar al ex funcionario de Mario Roberto Russak, Eduardo Leitao, trajo algo más que un pequeño, pequeñísimo cotilleo para entretenimiento de la mass media de corte y pegue. Una semana que expuso, una vez más, que la alianza multicasual que está en el Gobierno de la ciudad tiene que crear afecto societatis. Y no lo hay: el coordinador de Gabinete Agustín Cinto, que ya nada coordina, se negó a firmar el documento de apoyo de toda la primera plana municipal al juez Alfredo López. Un desaire al intendente y una pésima lectura política del momento en la ciudad.

La jaula de las locas II. Fue un intento de apriete. Un espacio digital, agitando en caracteres remarcados en negritas, buscó parar la aprobación de un edificio en propiedad horizontal sobre la calle Alem y la costa. No hay ningún parámetro vigente que indique que no debía aprobarse: no da cono de sombra sobre la playa, tampoco será derribada la antigua casa de Mariano Mores, hoy de interés histórico, cedida a la comuna -habrá que ver quién se hace cargo de transformarla en museo y pagar el costo de ello-. La votación en el Concejo Deliberante es un buen ejemplo de cómo actuar en estos casos.

La jaula de las locas III. El argüir que una propiedad tiene carácter y valor histórico puede estar al concluir en Mar del Plata si un fallo inminente coloca las cuestiones de patrimonio a derecho. Concretamente, en abril del año pasado, el municipio clausuró la demolición del chalet de Libertad 3459. El chalet Delfina B de Grattarola había sido adquirido por la constructora de los hermanos Anastasia. Juan Anastasia fue concejal de AM, y esa condición tuvo mucho que ver en la caballada que le dieron para parar la obra que a la época estaba en demolición. El fallo terminaría con la discusión que hace el Estado y privados patrimonialistas, al tiempo que abre un juicio por daños de monto incalculable.

No son meras opiniones. Con la incontinencia verbal que suele ser su marca en el orillo, el fiscal federal Juan Manuel Pettigiani opinó de la investigación al respecto de los ataques al presidente Mauricio Macri en Mar del Plata. Señaló ante los micrófonos de LU6 que la disputa pública le hace mal a la justicia federal. Que todo es por un intercambio de opiniones entre el juez y la fiscal, dado que López pretendía investigar a los atacantes y la fiscal investigar la seguridad para perseguir a los funcionarios policiales. Concretamente, señaló: “en esta situación, en lo que difiere el Dr. López es en que la hipótesis investigativa que manejan los fiscales apunta a proteger a algunos grupos de la ciudad. Entiendo que esa situación debe ser resuelta dentro de lo que es la lógica de la investigación”. ¿Cuál lógica?, ¿la de Adler, la de los jueces del TOF, la del garanticidio que sufren a diario los ciudadanos que reclaman justicia y jamás la consiguen? Esa es la lógica que daña toda idea de justicia, no la discusión pública que airea lo que ocurre en el poder.