El Tribunal Supremo de Irán anula condena a muerte del rapero Toomaj Salehi

La condena a muerte dictada contra el popular rapero Toomaj Salehi ha sido anulada por el Tribunal Supremo de Irán, según informó su abogado el sábado 22 de junio. El artista ha estado encarcelado por respaldar las protestas nacionales desencadenadas por la muerte de Mahsa Amini.

“La sentencia de muerte de Salehi fue anulada”, dijo el abogado del rapero, Amir Raisian, en un post en X, añadiendo que el tribunal supremo había ordenado un nuevo juicio.

En abril, un tribunal iraní condenó a Salehi a muerte por el delito capital de “corrupción en la tierra”, dijo entonces Raisian.

El rapero también fue declarado culpable de “ayuda a la sedición, reunión y confabulación, propaganda contra el Estado y llamamiento a los disturbios”, dijo el abogado.

Salehi, de 33 años, fue detenido en octubre de 2022 tras respaldar públicamente las manifestaciones que habían estallado un mes antes, desencadenadas por la muerte de Amini bajo custodia policial.

Amini, kurda iraní de 22 años, había sido detenida por la Policía de moralidad de Teherán por una supuesta infracción de las estrictas normas de vestimenta de las mujeres de la república islámica.

“El Tribunal Supremo impidió un error judicial irreparable”, declaró Raisian, añadiendo que el tribunal también dictaminó que la “condena anterior de Salehi (seis años y tres meses) tampoco se ajustaba a las normas de multiplicidad de delitos”.

En las protestas de varios meses de duración desencadenadas por la muerte de Amini murieron cientos de personas, entre ellas decenas de miembros del personal de seguridad.

Miles de personas fueron detenidas cuando las autoridades trataron de sofocar lo que calificaron de “disturbios” instigados desde el extranjero.

En enero, otro cantante, Mehdi Yarrahi, que criticó la obligación de las mujeres de llevar velo, fue condenado a un total de dos años y ocho meses de prisión por múltiples cargos, que se habrían cumplido simultáneamente.

El tribunal cambió posteriormente la condena de Yarrahi por la de reclusión domiciliaria debido a sus problemas de salud.

Nueve hombres han sido ejecutados en casos relacionados con protestas que implicaban homicidios y otros actos de violencia contra las fuerzas de seguridad.

Cubrirse el cuello y la cabeza es obligatorio para las mujeres en Irán desde 1983, tras la Revolución Islámica de 1979.

Desde las protestas, las mujeres han incumplido cada vez más el estricto código de vestimenta, pero la policía iraní ha endurecido en los últimos meses los controles sobre las que ignoran las normas.

En las últimas semanas, los medios de comunicación iraníes han informado de que la policía de la capital ha lanzado una campaña con el nombre en clave “Noor”, palabra persa que significa luz, para redoblar sus esfuerzos contra quienes infringen el código de vestimenta.

En un esfuerzo por atajar a quienes infringen las leyes sobre el hiyab, las autoridades también han cerrado cafés y restaurantes donde no se respetaba el uso del hiyab.

El parlamento del país también ha aprobado un proyecto de ley sobre “castidad y hiyab” que pretende endurecer las penas contra las mujeres que no respeten las normas de vestimenta.