El voto por correo puede ser un problema legal y retrasar el escrutinio

Para las elecciones generales, que se llevarán a cabo este domingo en Alemania se espera un récord de participación en el voto por correo. Esta modalidad tiene cifras en alza del 18,7% registrado en 2005 al 21,4% en 2009 y ahora se le pronostica el 25%. Se cree que algunos distritos podrían no dar abasto con este sistema y demorar en el recuento.
Buzones de correo en AlemaniaEl buzón de correos será un nuevo protagonista en las elecciones alemanas que se llevarán a cabo durante este domingo 22 de septiembre. Sin embargo, hay algunos a favor y otros en contra sobre esta modalidad que fue haciendo cada vez más popular entre los ciudadanos.
Algunos distritos podrían no dar abasto y el recuento podría sufrir demoras, aseguran varios juristas. Además alertan sobre la legitimidad de esta fórmula. Si este fervor por el correo supera el 33% habrá que recurrir al Constitucional, aclaran los mismos.
La Canciller, Angela Merkel, ha tratado de convencer a los indecisos a través del “saludo personal” que han recibido en el buzón de su casa cinco millones de alemanes. Dicha estrategia no es nueva y, de hecho, el aspirante socialdemócrata, Peer Steinbrück, ha lanzado una ofensiva similar, aunque sólo a dos millones de destinatarios.
La modalidad del voto por correo se instauró en 1957 como una fórmula excepcional para garantizar el acceso al voto a quienes tenían la movilidad limitada o sabían que ese día no podrían acudir a su lugar electoral indicado. Sin embargo, desde hace unos años, se ha vuelto más popular. Sólo en Berlín ha habido hasta el momento 530.000 solicitudes para votar por correo hasta esta semana.
Sin embargo, en algunos distritos se teme no poder atender el alud de solicitudes o que el escrutinio sufra demoras. Además, dicha modalidad contradice varios incisos del artículo 38 de la Constitución alemana sobre las elecciones al Parlamento federal (Bundestag). Ahí se establece que el voto debe ser general, inmediato, libre, igualitario y secreto. Es decir, que todos los ciudadanos deben poder emitir su voto sin intermediarios, sin coacción, en igualdad de condiciones y con garantía de confidencialidad.