“Entre las 9 y las 10 de la noche, esperamos una hora el colectivo”

Pablo, vecino del Barrio Santa Rosa de Lima, hablo esta mañana en la 99.9 y reclamó por la frecuencia del colectivo en esa zona, especialmente en una franja horaria. “Entre las 9 y las 10 de la noche tendrían que pasar 4 frecuencias, según la ordenanza”, aclaró. También contó que forma parte de una red comunitaria de vecinos denominada “Del Lejano Oeste”.

libertador-colectivoEn ciertos barrios de Mar del Plata, las líneas de colectivos no cumplen con las frecuencias pautadas, afectando directamente el movimiento cotidiano de los vecinos. Como es habitual, el reclamo de los usuarios no encuentra respuestas.
Esta mañana en la 99.9, Pablo, vecino del Barrio Santa Rosa de Lima, se hizo cargo del reclamo. En principio, explicó dónde vive: “es un barrio ubicado al oeste de la ciudad que está yendo para el lado de Balcarce, la ruta 226, antes de La Herradura”.
“Hace 6 o 7 meses tenemos problemas con el servicio de la línea 562. Entre las 9 y las 10 de la noche, estamos esperando el colectivo entre una hora y una hora y veinte minutos”, remarcó.
Cansados de no encontrar respuesta, los vecinos se reunieron y formaron una red para afrontar estas cuestiones: “yo participo de una red comunitaria que denominamos ‘Del Lejano Oeste’, integrada por vecinos e instituciones de La Herradura, Hipódromo, San Jorge, Santa Rosa de Lima y Florentino Ameghino. Hemos presentado una nota a la Comisión de Transporte y también a la empresa, pero sigue ocurriendo los mismo”, contó Pablo.
Las frecuencias irregulares del transporte suponen un riesgo ante la inseguridad estar tanto tiempo esperando en la parada del colectivo, y complican la situación laboral de muchos: “hay vecinos que a esa hora van a trabajar. Anteriormente, hemos tenido problemas de inseguridad. Otra de las cosas que suelen suceder es que van a alta velocidad. Entre las 9 y las 10 de la noche tendrían que pasar 4 frecuencias, según la ordenanza. Uno se termina enojando y queremos una respuesta concreta”.
Además, Pablo detalló los inconvenientes que se generan por la escasez de lugares donde recargar tarjetas: “tenemos cuatro lugares para cargar la tarjeta del colectivo, por lo que los vecinos tienen que caminar entre 15 o 20 cuadras a veces para hacer la carga”.
Las instancias de reclamo ya fueron agotadas y nadie da una respuesta concreta para solucionar el tema. “Con los choferes no he dialogado, pero hay un teléfono de la empresa donde uno llama y hace un reclamo. Los inspectores me dicen que pasan el informe, pero el problema lo seguimos teniendo”, expresó el vecino.
Finalmente, Pablo recordó que este conflicto se suma a otros que afectan al barrio: “el 90% del territorio está sin asfaltar. En algunos barrios, las obras de gas natural faltan. Lo que es el servicio de garrafa social que hasta hace poco nos enteramos que funcionará a partir de junio. Es un alivio que la garrafa esté más barata, pero ya está haciendo frío”.