Una policía italiana se quita el casco y aplaca la tensión en una manifestación

Estrechó la mano a trabajadores enfrentados a las fuerzas del orden en Génova; es madre de trillizos de 7 años.

María-Teresa-CanessaQuitándose el casco y estrechando la mano de los trabajadores, una policía ha logrado aplacar la enorme tensión que se registraba en una manifestación entre fuerzas del orden y manifestantes, que han aplaudido el gesto de la policía. La manifestación se desarrollaba en Génova, con trabajadores del grupo Ilva -dedicado a los productos de acero- en huelga por temor a perder sus puestos de trabajo. Algunos manifestantes habían disparado petardos y el cortejo, que se dirigía hacia la delegación del gobierno, fue bloqueado durante horas por las fuerzas antidisturbios.
Para calmar la tensión, la policía Maria Teresa Canessa, de 41 años, madre de trillizos de 7 años, se quitó el casco y estrechó la mano al trabajador que tenía enfrente y dialogando cara a cara con los manifestantes. El efecto fue contagioso. Sorprendido por el gesto de la policía, el primer trabajador que le estrechó la mano, Fabiano Sterone, 40 años, declaró: “Era la única mujer en medio de tantos hombres, policías y trabajadores. Es toda una señora. Correcta desde el inicio hasta el final de la manifestación”.
La policía y los trabajadores hablaron de cosas comunes: hijos, facturas y recibos que se deben pagar. “Le he explicado a la policía que tengo mujer y una hija de 15 años, recibos que pagar como todos mis colegas y que nuestro objetivo no era llegar al enfrentamiento, sino tener una respuesta a nuestros problemas. Y ella me ha escuchado”. La policía Martía Teresa agradeció el gesto de los manifestantes y explicó así su gesto: “Quitarme el caso fue instintivo, para acercarme y hablar cara a cara con los trabajadores, que están sufriendo una dura prueba. Fue un gesto de humanidad. Somos todos trabajadores. He apreciado que los trabajadores se me acercaran para estrecharme la mano. He querido dar una señal de distensión en un momento difícil”. Poco después se hizo pública la noticia de que el gobierno aceptaba mediar en el conflicto del grupo Ilva.
La imagen de la policía estrechando la mano a un trabajador se convirtió en viral en la red, con elogios generalizados. Fue una imagen que rompe esquemas vistos en otras manifestaciones con violencia, petardos, molotov, bombas lacrimógenas y máscaras antigás. Fue solo una imagen, porque los problemas para los trabajadores siguen. Pero queda también un gesto simbólico de partes diversas o contrapuestas pero en convivencia civil, gracias a una mujer sola entre muchos hombres.