A los tiros

Mar del Plata —la ciudad a la que Montenegro iba a cuidar con su mirada atenta, tras emplazar su despacho en el COM— ha descendido a niveles de inseguridad insostenibles.

El video empezó a circular por WhatsApp antes de ser replicado en todas las redes sociales y portales de noticias, locales y nacionales: en las imágenes se veía a un grupo de personas armadas, a plena luz de día, disparando por las calles del barrio Parque Independencia. En un principio, desde la Justicia dijeron que la hipótesis que manejaban era la de un enfrentamiento entre bandas narcos. Ahora, el fiscal Leandro Arévalo evalúa otra versión: que el tiroteo se habría desencadenado a partir del enojo de un vecino del lugar con un dealer por haberle vendido estupefacientes a su hijo.

El tiroteo

Los acontecimientos sucedieron al sur de la ciudad, en el barrio Parque Independencia. Fue en la tarde del pasado miércoles. En un primer momento, los vecinos aseguraron a los medios que se trataba de un conflicto «por la venta de droga en la zona». En este episodio, en sí, no hubo ni muertos ni heridos que lamentar. Sin embargo, la violencia en la ciudad está desatada y que haya víctimas fatales en episodios violentos vinculados al delito, es ya cosa de todos los días.

En una entrevista para la FM 99.9, el fiscal interviniente en la causa, el Dr. Leandro Arévalo, aseguró: «la identificación la logramos con relatos de los vecinos que no dan información con denuncias, sino a través de posteos y publicaciones ponen en conocimiento a familiares y allegados de lo que padecen en el barrio. Todo parece indicar que esa lógica representa lo que pasa realmente. Son grupos enfrentados por la venta de estupefacientes. Debido a razones que desconocemos estarían ordenando sus cuentas de manera muy violenta y a plena luz del día con riesgos hacia terceros».

De las declaraciones del fiscal se desprende que la violencia está extendida por toda la ciudad: «ayer hubo alguna diligencia en una investigación que no era ésta y dieron con algo que sería compatible con estupefacientes, dinero y armas. Es lo que los vecinos están diciendo, son dos grupos que se enfrentan por “x” razones a un nivel de este tipo. Acá no hay algo de índole personal, sino algo mayor. Cuando nos llegó esta otra información trabajamos con esa línea. Pusimos en conocimiento a la fiscalía de estupefacientes para identificar los rostros para ir contra personas concretas que aparecen en el video que circulan y en otros que tenemos y no han circulado».

Otro de los aspectos centrales es la cantidad y calidad de armamento que tienen y que incluso queda en evidencia con el video: «lamentablemente, uno hay veces que por el trabajo naturaliza ciertas cosas, pero en varios sectores de la ciudad es alarmante ver la cantidad de armas y de heridas de armas de fuego que hay cada fin de semana».

En declaraciones recientes, sin embargo, el fiscal dijo estar trabajando en otra hipótesis, que es la de un padre enojado porque le vendieron droga a su hijo. Cualquiera de los dos escenarios, sin embargo, es terrible, y habla de lo extendida que está la violencia y el uso de armas en toda la ciudad.

¿Periferia?

Sin embargo, siempre que se habla de estos temas, se busca instalar la idea de que la violencia criminal es algo que está relegado a la periferia de la ciudad, cuando la realidad es bien distinta. Sin ir más lejos, esta semana, un grupo de padres indignados difundieron un video en el cual se ve de manera clara cómo un joven es asaltado a la salida del colegio Santa Cecilia.

«Laureano un alumno de 4to año del Colegio Santa Cecilia fue víctima de un violento asalto a la salida de la institución el pasado martes previo al feriado, donde lamentablemente fue golpeado entre tres desconocidos que lo tomaron por atrás y lo tiraron al piso para empezar a pegarle patadas y robarle su celular. Este incidente no fue un caso aislado, ya que el mismo día se reportaron otros robos a alumnos de la escuela Técnica 3. Las denuncias por robos a alumnos en los horarios de salida escolar se han multiplicado en el último tiempo y la preocupación de los padres reclama intervención inmediata de las autoridades», dice el comunicado.

«Los padres de familia de los afectados, profundamente preocupados por la seguridad de sus hijos, convocan a otros padres a sumarse a la causa para exigir la implementación de corredores seguros que garanticen la protección de los estudiantes durante los horarios de ingreso y salida escolar. Actualmente el señalado sobre Diagonal Alberdi no cuenta con presencia policial continua por lo que los ladrones al conocer los horarios de patrulla aprovechan los momentos libres», reclaman.

También la plaza Rocha, ubicada en pleno centro de la ciudad, se ha convertido en el actual epicentro de lo que habitualmente se conoce como la «zona roja», pero —como ya hemos señalado más de una vez en este medio— debería llamarse «zona blanca». En un reciente operativo, siete personas fueron detenidas por venta de droga, aunque cinco de ellas ya fueron puestas en libertad.

Al respecto, el secretario de Seguridad, Rodrigo Goncalvez, dijo en una entrevista para la FM 99.9: «el Director de Drogas Ilícitas se comunicó conmigo para decirnos que habían logrado la detención de la séptima persona implicada en la compra y venta de estupefacientes. De las otras seis personas detenidas, cinco personas quedaron en libertad. Eso no quita el pedido a Migraciones para que sean expulsados del país y se está continuando con ese proceso».

En ese sentido, agregó un dato singular: «la mirada del nuevo director de drogas ilícitas, Claudio Pomtoriero, tiene una mirada de ir sobre el proveedor y no sobre el consumidor; no buscar resultados rápidos que no sean sustentables con el correr del tiempo. Eso es lo que vemos que está haciendo».

¿Y Montenegro?

Mientras tanto, Guillermo Montenegro, el vecino de San Isidro, ese que en su momento basó toda su campaña electoral en venderle a los marplatenses el cuento de que él venía a solucionar los problemas de inseguridad mediante la aplicación de un plan integral antidelito, se lava las manos.

Lo cual es lógico porque —como también hemos dicho hasta el cansancio— la seguridad no es un tema municipal, sino provincial. Axel Kicillof es el responsable de la seguridad de todos los ciudadanos en la provincia. Montenegro nunca tuvo ni va a tener injerencia real en estos temas, porque no le corresponde. Como ex juez, él lo sabe perfectamente. Cuando hizo campaña asegurando que la seguridad era su prioridad, y que por eso su despacho iba a estar emplazado en el COM, sabía que estaba vendiendo pescado podrido.

Pero ¿cómo asegurarse de que no lo alcancen las consecuencias de no haber cumplido sus promesas de campaña? Fácil: cambiando el discurso, para lo cual cuenta con todo el respaldo de la cadena de corte y pegue en la ciudad. Ahora, lo que lo desvela a Montenegro no es la seguridad, sino su pelea contra el Sindicato de Empleados Municipales.

Mientras tanto, suenan los tiros en la noche. La droga sigue circulando. Los muertos se acumulan. Tanto Montenegro como Kicillof parecen estar seguros de que la sangre a ellos no los mancha, y que todo este escenario de violencia no va a afectar en lo más mínimo sus carreras políticas.

¿Tendrán razón? Porque la gente está muy indignada, y parece que no se están dando cuenta.