Cuentas pendientes

Acción Marplatense | Aunque no le dan las manos para atajar las cuentas que se le reclaman, el ex intendente y su camándula se presentaron en campaña para el ámbito local. Va a hacer falta bastante dinero, porque el Tribunal de Cuentas está exigiendo que respondan con su patrimonio para cada gasto indebido. No sabemos si les alcanza.

Cuando ya estaban sobre el cierre del plazo para inscribir alianzas, apareció el nombre de Partido de la Ciudad. Adivinen. Un partido que dice que irá a las elecciones con boleta vecinal corta, sin candidatos nacionales. Ayuda a ubicarlos si se dice que la primera en hacer uso de la palabra fue la concejal de Acción Marplatense Claudia Rodríguez, seguida por Gustavo Casciotti y Marcela Luca.

¿Se dieron cuenta? Sí, otra vez los mismos. Los que están querellados por todos lados. Los que deben plata a todo el mundo, y ahora van a tener que pagar con su propio patrimonio. Los de siempre, ahora perseguidos de cerca por abogados querellantes, y por el propio Tribunal de Cuentas de la Provincia de Buenos Aires.

En el acto de lanzamiento, Leandro Laserna señaló: “tenemos proyectos y una visión de ciudad para priorizar el trabajo, la seguridad, la educación y la cultura, como lo demostramos en nuestro gobierno. Tenemos que trabajar con todos los vecinos para que haya un centro en cada barrio, que todos puedan sentir orgullo de vivir en la ciudad y continuar alcanzando logros como lo fueron el Cema, la Escuela de Seguridad, la Policía Local cuidando a los vecinos -y no labrando faltas de tránsito-, la Orquesta Infanto Juvenil y tantos otros”. Después habló Marcelo Artime que dijo: “Mar del Plata tiene todo y puede mucho más, el que tiene los brazos caídos y no sabe para dónde ir es el gobierno municipal. Los equipos que pueden sacar adelante a la ciudad no sólo están hoy acá, sino que están en cada casa, en cada familia y es a todos ellos a quienes convocamos para trabajar por la ciudad. Vamos a ir para adelante con la experiencia de todos y cada uno de los que amamos profundamente a Mar del Plata”.

También estuvo Francisco Morea, que tuvo el coraje de establecer un paralelo entre los históricos gobiernos socialistas y Acción Marplatense. Al cierre, Pulti convocó a todos a reunir voluntades detrás de una visión y un proyecto de ciudad: “el protagonista indispensable, el que no puede faltar para encarar el futuro es el vecino marplatense, al que nos dirigimos con respeto y le decimos que estamos a su disposición, y que Mar del Plata lo necesita. Tenemos equipo, proyectos y experiencia, también cometimos errores por los que pedimos disculpas pero aprendimos y, ahora, tenemos que ponernos de pie para levantar a la ciudad con todos los marplatenses en acción, y encarar el futuro.”

Sí. Dijo que cometieron errores. Pero no aclaró que todavía no los terminaron de pagar, o que ni saben cómo van a hacer para pagarlos. Porque lo cierto es que para saldar las cuentas caídas de su gestión, van a tener que vender un par de propiedades. ¿Quién estará pagando esta nueva campaña?

El correo

Para comenzar, es noticia que el Correo Argentino le está iniciando juicio al partido Acción Marplatense, protagonista de la última gestión comunal, por cuentas impagas de gigantescos mailings, a través de los cuales se hicieron propaganda en plena campaña, quizá con esperanza de que las pagara la municipalidad.

La presentación judicial indica que la empresa postal reclama a Acción Marplatense el pago de $232.800, deuda a la que llegó con relativa facilidad, y podría haber seguido sacando a cuenta si no le hubieran cortado los víveres preventivamente.

Parece que el partido había solicitado la apertura de una cuenta como Cliente Medio, y desde allí había contratado la distribución de 75.000 piezas postales en concepto de mailing de promoción, aprovechando los importantes descuentos que implica ser considerado como esa clase de usuario.

Indica la abogada representante Fernanda Huertas que la agrupación Acción Marplatense hizo constar un domicilio en la avenida Luro de Mar del Plata, y que su representante a estos fines sería Adrián Alveolite, en su carácter de subsecretario de la Junta Directiva de la agrupación para el período 2015/2019.

Parece que una vez que supieron que tenían crédito, y que teóricamente -como Cliente Medio con cuenta aprobada- les era posible contratar servicios y pagar a treinta días, durante el 2015 se lo pasaron mandando cartitas coloridas a sus posibles votantes, y todo lo debían. Total, ni lo pensaban pagar, e iba a cuenta del correo. Y repitieron la operación hasta alcanzar la cifra reclamada, que figuró en sucesivas cartas documento que la empresa acreedora cursó sin que hubiera ninguna respuesta.

Por esa razón, y transcurridos todos los plazos de rigor, ahora la firma de servicios reclama a través de su representante legal que las autoridades del partido están obligadas a pagar lo adeudado, más los cargos por mora que establezca el juez, y las costas del proceso, ya que el partido fue el causante de la cuestión que ahora se reclama. Ni siquiera mostró voluntad de pago, ni interés en reconocer la deuda.

Pero ahora sí: a la hora de alquilar el Radio City y lanzarse como los salvadores de la metrópoli, están en la línea de largada. Lo conveniente sería avisar a los administradores del teatro que el cheque de Acción Marplatense con el que se debe de haber pagado la sala, ni lo presenten en la caja. Trabajo inútil. De hecho, los acreedores están pidiendo embargos preventivos, porque nadie confía que tengan un peso.

Tribunal de Cuentas

Lógicamente, una rápida revisión por el balance económico indicó que la casi totalidad de actos administrativos que realizaron contenían errores, resultaban de operaciones inverificables o equivocadas. De arranque, en la evaluación de sus egresos por parte del órgano provincial que tiene a su cargo la revisión de la administración económica, es decir el Tribunal de Cuentas,  resulta que la mayoría de ellos resultan desaprobados por el cuerpo colegiado de fiscalización.

Pero los números son escandalosos. Es decir que el dictamen del Tribunal evalúa cada uno de los ítems, y establece en la mayoría de los casos que, ante la desaprobación del gasto, quienes deberán responder son el exintendente Pulti y el funcionario que acompañó su acción: el secretario de Hacienda del momento reclamado, es decir Daniel Pérez, y José Luis Castorina, o el director de Movilidad Urbana, Guillermo Iglesias, también Pablo García, Adrián Alveolite, hasta Manuel Cotado y el contador municipal. Van a tener que pagar todos.

Para empezar, el Tribunal les explica que se lo han pasado pagando a los agentes municipales un enorme plus llamado Remuneración por Resultados, que está expresamente prohibido por la normativa vigente, y por lo tanto esa plata la van a tener que devolver. Pero la devuelven los funcionarios, no los empleados que cobraron de más.

Parece que la Ley de Tránsito, en su artículo 69, prohíbe expresamente otorgar gratificaciones al agente del Estado que constate una infracción, sea por la cantidad de multas o por el monto que estas impliquen. Es obvio: si el agente gana por multa, sale a la calle de cacería, y no a garantizar las condiciones de seguridad del tránsito a través de la prevención de inconvenientes. Pero bueno.

Resulta que cuando se pusieron a revisar las planillas, figuraban como acarreados ciertos vehículos que, si bien había sido revisados, ni siquiera habían sido multados. Es decir que fabricaron acarreos para cobrar más.

En cuanto a los controles de alcoholemia, la municipalidad dice que ha realizado 52.199 controles. Y el tribunal le responde que no queda claro cómo es que pudieron llegar a semejante cantidad, cuando les habían comprado 19.000 boquillas descartables. Eso tampoco lo aceptó el Tribunal, y los funcionarios van a tener que devolver lo que les pagaron de más a los agentes de Tránsito por controles que no hicieron. No pueden haberlos realizado de ninguna manera, por más que digan que usaron otros alcoholímetros que no llevaban boquillas. Nadie le creyó al descargo que hizo el exintendente Pulti.

Y esto es nada más que una muestra. Ni queéhablar de sus faraónicas contrataciones de publicidad en Facebook y Google, que ahora son revisadas con precisión. Lo no autorizado será pagado del patrimonio de los funcionarios salientes.

Quizá sea la mejor manera: una forma eficiente de lograr que los agentes del Estado realicen un verdadero control de los fondos públicos, como si fueran propios. Porque con el dinero propio lo deberán reponer, si lo dilapidan.