Entre la progeria y la esperanza

tap958
Transcurren los días de 2016 y la temporada de verano ya se agota en su último estertor en esta semana de Carnaval. Debería dejar enseñanzas, aunque no tengo mucha ilusión al respecto. La mediocridad resaltada por Mario Roberto Russak sigue siendo un común denominador de esta comunidad hija de los mucamos del poder, que no logra forjar una identidad propia y acorde con el desafío que implica gestionar una urbe cuya población equivale a la de dos provincias argentinas.

La semana fue pródiga en escenarios. El paro de recolectores -cuyo objetivo político fue impedir la correcta divulgación de la situación penal del ex intendente GAP- dejó a la luz la débil situación económica de la empresa prestataria del servicio, que hace agua en sus obligaciones -por caso, pagar salarios en debida fecha al menor atraso por parte de la comuna-, lo cual mueve a un interrogante que debería tener una simple respuesta: sin espalda financiera, ¿cómo pudo haberse firmado un nuevo contrato para tan delicado y necesario servicio público? Se firmó porque el contador público Gustavo Arnaldo Pulti aceptó balances y estados de cuenta que en el sencillo argot de la calle están “dibujados”. La Intendencia jamás podría haber aprobado a Transportes 9 de Julio si la documentación hubiese sido revisada probamente. Hay, por supuesto, también, un mirar y dejar hacer por parte del Concejo Deliberante.
Progeria o envejecimiento prematuro acelerado parece sufrir la administración ante sus propias torpezas y errores, que a diario se convierten en el cotilleo del círculo rojo local que, justo es decirlo, calló durante ocho años haciendo abluciones al poder de turno, en particular por entender que señalar a GAP era cuestionar los acuerdos y negocios de Florencio Aldrey Iglesias. La relación entre el dominado y el dominante ponía silencio al resto de los actores.
Eso hace que hoy, el empresario Alejandro Rossi llame a inversores en la actividad de la construcción para buscar formar un fondo de cincuenta mil dólares por cabeza para financiar el segundo gasoducto que traiga desde Tandil la energía que falta para unas cuarenta construcciones en propiedad horizontal en desarrollo. Callaron durante doce años; hoy cacarean a diario criticando la falta de acción por parte de la actual administración. Mediocres, diría Mario Roberto.
Gustavo Arnaldo Pulti ingresó en su infierno más temido. El raid judicial que debe enfrentar será económicamente de alto impacto para su bolsillo: la defensa le pidió de inicio ciento cincuenta mil pesos, cifra que quizá explique el nerviosismo en el bloque de AM, donde Héctor Rosso encabeza la resistencia a entregar los módulos de los cinco concejales para el manejo de la sociedad político-conyugal integrada por GAP y Lucila Branderiz.
La semana próxima, la gobernadora María Eugenia Vidal recibirá finalmente al intendente Carlos Arroyo. Ante versiones cruzadas y críticas, se estima que la reunión podrá dar luz a una acción decidida que ayude a poner en orden las cuentas de la ciudad, y tener un espacio de tranquilidad  y lógica que permita avizorar políticas públicas que le den un aire distinto a Mar del Plata. Ojalá así sea.