Se trata del primer hallazgo de un tumor óseo en las costillas en un espécimen neandertal.
Antes de esta investigación, los cánceres de hueso conocidos surgieron de muestras de aproximadamente 1.000 y 4.000 años de antigüedad. La nervadura cancerosa hallada en Krapina (Croacia) es una muestra incompleta. Por eso los investigadores no pudieron determinar los efectos del tumor sobre la salud de este individuo.
Frayer, autor del estudio, comentó que la evidencia de cáncer es muy poco frecuente en el registro fósil humano. “Este caso demuestra que los neandertales, que vivieron en un medio ambiente no contaminado, fueron susceptibles al mismo tipo de cáncer como los seres humanos que viven hoy en día”, explicó.
Se cree que los neandertales vivían la mitad de lo que hoy en día viven los humanos modernos en los países desarrollados. Además, estuvieron expuestos a diferentes condiciones ambientales. “Teniendo en cuenta estos factores, los casos de enfermedad neoplásica son raros en las poblaciones humanas prehistóricas. Ante esta situación, la identificación de esta costilla neandertal con un tumor óseo de más de 120.000 años de edad es sorprendente y proporciona información detallada sobre la naturaleza y la historia de la asociación de los seres humanos a la enfermedad neoplásica” dicen los expertos.