Fracasó la misión rusa que llevaba un androide a la Estación Espacial Internacional

La nave Soyuz no logró acoplarse al módulo de amarre. Volverán a intentarlo en los próximos días.

La nave espacial Soyuz que llevaba a bordo al robot humanoide Fedor, el primero en ser enviado por Rusia al espacio, fracasó en acoplarse este sábado a la Estación Espacial Internacional (ISS), en un nuevo revés para el sector espacial ruso.

El acoplamiento, previsto para las 05H30 GMT en régimen automático, no pudo efectuarse y la nave tuvo que alejarse de la ISS a “una distancia segura”, según informó el Centro Ruso de Control de los Vuelos Especiales.

A las 05H36 GMT, “los cosmonautas rusos ordenaron abandonar el amarre automático de la cápsula rusa Soyuz a la Estación Espacial Internacional después de que el aparato no lograra entrar en el módulo de atraque Poisk”, indicó la NASA en un comunicado.

“El próximo intento de acoplamiento podría realizarse como muy pronto el lunes en la mañana, según los controladores rusos”, agregó la NASA.

Según el responsable de la parte rusa de la Estación, Vladimir Soloviov, citado por la agencia oficial TASS, “el análisis de telemetría mostró que había fallas en el equipo de radio” de la ISS, que “son posibles de corregir”.

Soloviov dijo que el personal de la ISS va ahora a tratar de reemplazar parcialmente ese equipo. “Tenemos previsto garantizar un nuevo intento el lunes, alrededor de las 08H00-09H00” de Moscú (05H00-06H00 GMT), añadió.

“No hay ninguna amenaza para la Estación y su personal”, aseguró la Agencia Espacial rusa Roscosmos.

La retransmisión en directo del acoplamiento en el sitio internet de Roscosmos se interrumpió cuando Soyuz estaba a unos 100 metros de la estación.

Se trata de una nueva desilusión para el sector espacial ruso, que en los últimos años sufrió humillantes accidentes y escándalos de corrupción. En octubre pasado, un accidente ocurrido en un Soyuz minutos después de despegar obligó a los astronautas a bordo -el estadounidense Nick Hague y su colega ruso Alexéi Ovtchinin- a aterrizar de emergencia. Fue el primer fracaso en la historia de los vuelos tripulados de la ISS.

Fedor, que lleva el número de identificación Skybot F850, partió el jueves a bordo del cohete Soyuz, lanzado desde el cosmódromo ruso de Baikonur, en Kazajistán.

El robot debía en principio llegar a la ISS este sábado y permanecer 10 días, asistiendo a los astronautas en la estación espacial, y regresar el 7 de septiembre.

El robot, con cuerpo antropomórfico plateado, mide 1,80 metros y pesa 160 kilos. Fedor corresponde a un nombre ruso y también a las siglas en inglés de “Final Experimental Demonstration Object Research”.

El robot dispone de cuentas en las redes sociales Instagram y Twitter, en las que se narra su vida diaria y sus proezas, como aprender a abrir una botella de agua.

A bordo de la ISS, se suponía que Fedor probaría sus capacidades en condiciones de muy baja gravedad, bajo la supervisión del cosmonauta ruso Alexander Skvortsov. Sus habilidades principales incluyen imitar movimientos humanos, lo que significa que podría ayudar a los astronautas a realizar sus tareas.

Sus operaciones debían llevarlo a manejar un destornillador y llaves, según Alexander Bloshenko, director de programas prometedores de Roscosmos, en una entrevista con el diario Rossiyskaya Gazeta.

Ese robot fue diseñado para trabajar en las condiciones más difíciles, “que serían peligrosas para el hombre”, precisó Bloshenko. Las autoridades rusas han asegurado querer utilizar a Fedor en un futuro para conquistar el espacio.

Fedor no es el primer robot que visita el espacio exterior. En 2011, la NASA envió al espacio a un robot humanoide llamado Robonaut 2, desarrollado en cooperación con General Motors, con el mismo objetivo de ponerlo a trabajar en un entorno de altos riesgo. Regresó a la Tierra en 2018 debido a problemas técnicos.

En 2013, Japón lanzó al espacio un pequeño robot, Kirobo, coincidiendo con la llegada del primer comandante japonés de la ISS, Koichi Wakata. Kirobo era capaz de hablar, pero solo en japonés.

Rusia, que sigue siendo el único país capaz de transportar personas hacia la ISS, busca desde hace años reactivar su industria espacial, inmensa fuente de orgullo desde la época soviética, pero sufrió importantes dificultades desde la caída de la URSS.