La marcha tuvo como tema la oposición a la reciente ley antimáscaras. La policía lanzó varias rondas de gas lacrimógeno y desplegó tanquetas de agua.
Decenas de miles de hongkoneses regresaron este domingo a las calles para participar en una marcha no autorizada contra el gobierno local en la que los más radicales optaron de nuevo por bloquear carreteras, prender hogueras, lanzar cócteles molotov a comisarías y vandalizar tiendas y estaciones del metro.
La marcha, que comenzó pacífica en el céntrico barrio de Tsim Sha Tsui, tuvo como tema la oposición a la reciente ley antimáscaras y buscó también hacer un llamado a favor de la reforma de la policía en la excolonia británica, sobre la que pesan numerosas acusaciones de brutalidad policial.
La policía lanzó varias rondas de gas lacrimógeno contra los más radicales y desplegó tanquetas de agua para abrirse paso. El cuerpo policial había justificado su decisión de prohibir la marcha al alegar que este tipo de concentraciones tienden a degenerar en incidentes violentos.
Aumento de la violencia tras entrada en vigor de ley antimáscaras
Desde hace cuatro meses, la región semiautónoma atraviesa su peor crisis política desde que Reino Unido cediera este territorio a China en 1997, con manifestaciones casi diarias para demandar reformas democráticas y denunciar la creciente injerencia de Pekín en sus asuntos.
Desde que a principios de octubre las autoridades prohibieron llevar máscaras en las manifestaciones, se registró un aumento de la violencia, con numerosos actos vandálicos contra empresas acusadas de apoyar al Gobierno, afín a Pekín.
Además, las violentas agresiones, en las que dos activistas prodemocracia resultaron gravemente heridos, encendieron los ánimos del movimiento.
Según la jefa del Ejecutivo local, Carrie Lam, la ley antimáscaras busca facilitar a la policía la identificación de los manifestantes. Sin embargo, la ley no ha alcanzado el éxito deseado.