El Doctor en Historia analizó la realidad en Chile y Bolivia que fueron los países más emblemáticos del continente por sus populosas manifestaciones y la respuesta violenta que tuvieron en muchos casos: “En ambos casos, el estado organizó la represión a partir de una emergencia”.
Los conflictos que se dieron en Chile y Bolivia con importantes manifestaciones populares en las calles durante varios días y una respuesta de violencia; fueron casos destacados en la realidad continental y mundial de protestas. El Doctor en Historia, Esteban Pontoriero, analizó el tema a través de la 99.9: “el estado organizó en ambos casos la represión a partir de la declaración de un estado de emergencia. Lo mismo pasó en Ecuador. Lo destaco porque es lo que explica los cruces entre acción legal e ilegal denunciados en Chile y en Bolivia”.
A partir de esa declaración, se empezó a desarrollar un período violento pero con distintas características, según lo analizado por el especialista: “cuando se declara un estado de emergencia o excepción, suspende total o parcialmente el orden legal bajo la paradójica razón de proteger el estado de derecho. En el orden de las diferencias, podemos ver que en el caso chileno, la fuerza principal a cargo de la acción fueron los carabineros junto al ejército y en el caso de Bolivia, si bien el Ejército tuvo una participación importante, las policías tuvieron un rol central en el final del gobierno de Evo Morales constituyendose en un factor de poder nuevo”.
Si bien se ha dado esta realidad en distintos países del continente, Pontoriero destacó que es un error circunscribirlo a América: “estoy de acuerdo con evitar el encerramiento regional en el análisis, a veces hasta un encierro nacional. Hay que tener en cuenta que estamos ante un fenómeno global que en un poco más de tiempo lo podremos entender con mayor claridad. Estas situaciones de conflictividad interna alta está presente en distintos países que son muy distintos entre sí, pero coinciden en la dinámica de protestas colectivas y acción represiva estatal que, en la mayoría de los casos combinan una represión legal con una clandestina”, finalizó.