En las ciudades de Victoria y Nueva Gales del Sur se ha declarado estado de emergencia, ya que el incendió se prevé se extenderá. Hay especies en peligro de extinción seriamente afectadas.
Los incendios forestales no dan tregua a Australia, donde el gobierno parece no poder dar respuesta a los devastadores avances del fuego. Desde que comenzaron los primeros focos en octubre, los daños son cada vez mayores, tanto para la naturaleza como para la población humana, y varias zonas se encuentran en emergencia.
Según informó un equipo de la Universidad de Sidney, el fuego es responsable de que ya se hayan quemado más de 5,25 millones de hectáreas de vegetación, y de la muertes de casi 500 millones de animales, entre los que se encuentran varias especies en peligro de extinción, como canguros, wombats, demonios de Tasmania y koalas.
El caso de los koalas es realmente preocupante. El gobierno australiano reconoció que unos 8.000 ejemplares, casi un tercio de su población total de la región de Nueva Gales del Sur, habrían muertos.
Por otro lado, las autoridades confirmaron por lo menos 19 personas muertas a causa de los incendios en Australia, y 28 se encuentran aún desaparecidas. El número de hogares destruidos fue de 1.365, sólo en Nueva Gales del Sur, e incluyendo 449 esta semana en la costa sur.
En un preludio de las abrasadoras condiciones que se esperan, una serie de incendios se expandían en Australia del Sur, luego de que las temperaturas alcanzaran los 40 grados centígrados en gran parte del estado y los fuertes vientos avivaran las llamas, en Victoria se declaró el estado de emergencia.
Esas zonas están habitadas por unas 100 mil personas, por lo que las autoridades instaron a la gente a evacuar antes de que se produjera un agravamiento previsto para el sábado.
“Si valoran su seguridad deben irse. Las pertenencias personales tienen muy, muy poco valor en estas circunstancias”, dijo a los periodistas Michael Grainger, de la policía estatal de respuesta a emergencias.
En el punto álgido de las vacaciones de verano austral, las autoridades han aconsejado a decenas de miles de veraneantes y residentes que abandonen los parques nacionales y las zonas turísticas de la costa sur de Nueva Gales del Sur, donde se ha decretado el estado de emergencia durante una semana.
En esta ciudad, los buques de guerra Choules y Sycamore comenzaron las evacuaciones de alrededor de un cuarto de las 4.000 personas varadas en una playa de la aislada ciudad de Mallacoota. Las carreteras están bloqueadas, el transporte marítimo y algunos puentes aéreos son la única forma de salir de la ciudad afectada, aunque el intenso humo impidió que despegaran aviones el viernes.
Los habitantes de la ciudad de Cobargo, devastada por el fuego en Nueva Gales del Sur, se enfrentaron con rabia al primer ministro Scott Morrison durante una visita el jueves, ya que uno de ellos gritó que el líder debía “avergonzarse de sí mismo” y que había “dejado el país abandonado a las llamas”.
El Gobierno conservador de Morrison ha sido criticado durante mucho tiempo por “no hacer lo suficiente” para combatir el cambio climático como causa de la salvaje sequía e incendios en Australia.