El Banco Central chino intentará contener el impacto de la nueva neumonía que ya causó más de 300 muertos. Será la primera apertura del mercado local desde el inicio de la epidemia.
China anunció el domingo una inyección masiva de liquidez a la economía del país, afectada por la epidemia de un nuevo coronavirus, en la víspera de la reapertura de los mercados financieros cerrados por las vacaciones del Año Nuevo lunar.
El Banco Central chino inyectará el lunes 1,2 billones de yuanes (175.000 millones de dólares) para contener el impacto de la neumonía viral, que ya dejó más de 300 muertos y contagió a más de 14.000 personas.
La institución indicó en un comunicado que la operación servirá para mantener “una liquidez razonable y abundante” para el sistema bancario, así como para estabilizar el mercado de cambio.
La reapertura el lunes de las bolsas de Shanghái y Shenzhen podría dar lugar a una fuerte bajada de los índices. Estos mercados permanecen cerrados desde el 24 de enero, al día siguiente de la entrada en vigor de la cuarentena en la ciudad de Wuhan, donde se detectó el brote.
Las bolsas chinas tendrían que haber abierto el viernes, pero Pekín prolongó tres días las vacaciones de Año Nuevo con tal de ganar tiempo en su lucha contrarreloj para frenar la epidemia.
Desde hace 10 días, los índices mundiales se vieron lastrados por el temor a las posibles consecuencias del coronavirus en la economía china, la segunda del mundo.
La irrupción del nuevo virus desencadenó la parálisis de sectores enteros de la economía del gigante asiático ya que la gente prefiere quedarse en sus casas para evitar el contagio.
Los comercios, y especialmente los restaurantes y los cines, que normalmente suelen estar llenos para los fiestas de fin de año, estuvieron vacíos en todo el país.
La industrializada provincia de Hubei, epicentro del virus, está aislada del mundo, y sus 56 millones de habitantes confinados en ella. El transporte aéreo y el turismo, casi paralizados y varias empresas anunciaron que prolongaban la suspensión de sus actividades más allá de las vacaciones.
En este contexto de incertidumbre, Pekín busca restablecer la confianza. En un artículo publicado en el Diario del Pueblo, el periódico oficial del Partido Comunista, el órgano de control de los mercados explica que “el impacto de la epidemia es a corto plazo y no afectará la tendencia a largo plazo”.
El coronavirus golpea al gobierno de Xi Jinping en medio de la guerra comercial con Estados Unidos. El crecimiento del país cayó el año pasado a 6,1%, su nivel más bajo desde hacia casi tres décadas.
El año pasado, el consumo representó 3,5 puntos porcentuales del índice de crecimiento. Si se produce una baja de 10% del consumo doméstico, el PBI podría caer 1,2 puntos en un año, advierten los analistas de S&P.
Para evitar la caída de los índices el lunes por mañana, Pekín podría ordenar a los fondos de inversiones públicas comprar acciones de forma masiva.
Los títulos vinculados al turismo y a los transportes podrían verse especialmente afectados. Los que están relacionados con el sector sanitario se beneficiarían en cambio con la demanda mundial de mascarillas de protección y otros equipos médicos.