La argentina que formó parte de una misión de Naciones Unidas en Timor-Leste, país del sudeste asiático contó su experiencia en la 99.9 con los médicos cubanos. Además, radicada en Francia, contó que tuvo COVID-19 al igual que su familia.
Los médicos cubanos son un tema de discusión en la actualidad con la intención del gobernador Axel Kicillof de traer un grupo de trabajadores desde ese país para el territorio bonaerense.
No hay nada mejor para entender el funcionamiento de estas misiones que haber estado cerca. La argentina Albertina Piterbarg formó parte de una misión de Naciones Unidas en Timor-Leste, país del sudeste asiático, donde tuvo contacto con varios de ellos y contó su experiencia en la 99.9: “lo que cuento lo viví durante 5 años. Timor es uno de los países más pobres del mundo y tiene un sólo hospital y ahí había médicos cubanos. Un amigo mío fue con su mujer que estaba al borde de la muerte y lo salvaron los médicos cubanos. Este amigo chileno hizo una buena relación y cuando yo fui empezamos a conocer sus historias”.
No fue fácil hablar con ellos, porque las situaciones no abundaban debido a las restricciones y controles que el propio estado cubano les impone: “cuando comencé a entender como funcionaba, me di cuenta que estaban vigilados las 24 horas del día, que no tenían los pasaportes, que no podían participar en reuniones sociales; el único contacto era el Hospital donde podían hablar sin estar tan vigilados. Algunos más audaces, lograban ir a algún cumpleaños infantil y ahí me iba enterando a cuentagotas. Estaban contentos de hablar porque había pocos que lo hicieran en castellano”.
Los controles con constantes y están monitoreados por el el gobierno: “siempre hay comisarios políticos, había gente que quería salir de Cuba como fuera. Las condiciones eran iguales para todos, una vez que llegaban a destino, estaban vigilados. Hay una ley en USA, por ejemplo, donde un cubano que pida asilo se les da la ciudadanía y uno de los principales motivos de los controles es que no se fuguen para pedir asilo político”.
Incluso contó una historia casi de película de uno de los médicos que trabajaba allí: “sacaron a un cubano a la noche del Hospital con un grupo de gente que lo ayudó y se puso en contacto con la Embajada de Estados Unidos. Se fue junto con esta gente fugandose”. Lo que pudo ver Albertina es que “esto es una violación a los derechos humanos, deben hacer los mismos procedimientos de cualquier otro médico y no que vengan en una función de brigada con un comisario”.
DESDE FRANCIA; SU EXPERIENCIA CON EL COVID-19
Piterbarg no sólo puede dar testimonio de su experiencia en Timor-Leste sino que también, ahora radicada en Francia confesó haber atravesado el COVID-19 junto con su familia.
“Tuve COVID hace un mes, junto a toda mi familia. mi marido y mis dos hijas lo tuvieron, ninguno hizo los test pero tuvimos los síntomas y pudimos superarlo. Estamos tranquilos, es una sensación muy difícil, está todo muy inquieto en Francia”, contó.
El gobierno francés de Emmanuel Macron venía afrontando distintos conflictos y a eso se sumó el COVID-19: “está difícil desde distintos puntos de vista, desde lo económico, lo político, lo social y por supuesto de la salud. Los chalecos amarillos habían tenido señales del gobierno, pero lo que hubo a principio de año hubo una tremenda huelga de transporte de más de 40 días por el intento de Macron de modificar la ley de jubilaciones donde hay muchos privilegios como comenzar las jubilaciones a los 55 años porque se los considera como trabajo insalubre”.