La contramanifestación ha tenido el objetivo declarado de “proteger” las estatuas levantadas en torno al Parlamento británico, como la del ex primer ministro Winston Churchill.
Varios miles de manifestantes se han concentrado este sábado en el centro de Londres para protestar contra el movimiento Black Lives Matter (BLM) y en varios momentos se han enfrentado con las fuerzas de seguridad, a las que han lanzado botellas y otros objetos contundentes. La Policía ha respondido con gas lacrimógeno y cargas con porras y a caballo.
Los agentes han tenido que formar un cordón humano para contener a varios de los grupos ultras, que han lanzado objetos a los policías, que incluso han sido insultados y agredidos.
La contramanifestación tiene el objetivo declarado de “proteger” las estatuas levantadas en torno al Parlamento británico, como la del ex primer ministro Winston Churchill, protegida con unos paneles para evitar ataques como los sufridos por otros monumentos durante las protestas antirracistas. La semana pasada, la efigie del ‘premier’ fue vandalizada con un grafiti en el que se leía ‘Was a racist’ (‘Era un racista’).
Según informa ‘The Guardian’ también había veteranos militares en la marcha contraria al movimiento BLM, reavivadas tras la muerte en Mineápolis de un ciudadano afroamericano, George Floyd, cuando era detenido por la policía de Minesota.
Tras los incidentes en Londres, la ministra del Interior británica, Priti Patel, ha condenado la violencia “meridianamente inaceptable”. “Cualquiera que haya perpetrado actos de violencia o vandalismo debe afrontar toda la fuerza de la ley. La violencia contra nuestros policías no será tolerada”, ha apuntado.
Las autoridades habían pedido a la población que no participe en las manifestaciones convocadas para este sábado debido al riesgo de violencia. “No salgáis a la calle para protestar en los próximos días”, ha publicado el alcalde londinense, Sadiq Khan, que ha reiterado su apoyo al movimiento antirracista Black Lives Matter.
Los vídeos difundidos en redes sociales muestran a aficionados al fútbol bebiendo alcohol, coreando el nombre de Inglaterra, proclamas ultraderechistas y el himno británico y haciendo el saludo nazi. Los manifestantes han sido abiertamente hostiles con la prensa.