La pandemia, desatada desde el mercado de animales de Wuhan, forzó un escenario mundial impensado que, a diario, genera controversias varias sobre el origen, los modos, las formas y los métodos de accionar de los gobiernos.
En Mar del Plata, la línea de acción política fue la de seguir al gobierno nacional sin cuestionamientos, articulando en forma y fondo con el mandato explicito del jefe de gobierno de CABA, Horacio Rodríguez Larreta, y con la gestión política de la ex gobernadora María Eugenia Vidal, lo que llevó a lapidar la actividad económica, cultural, educativa y vivencial de la ciudad sin discutir ni debatir. Sólo acatar, obedecer, y volverse parte del heroico esfuerzo de arruinar la economía y la vida de las personas, que fue el eje central, operacional y discursivo, de la política embanderada en la consigna “vida o muerte”. En este predicamento, y bajo el fantasma agitado hasta el hartazgo de los miles y millones de muertos, se llegó, un día, a ver al intendente Montenegro correr a los caminantes por la costa, pidiéndoles que se encierren porque “te estamos cuidando”.
Un capítulo central de esta narrativa del “Estado presente” en la que los funcionarios electos o los delegados en funciones ejecutivas estaban cuidando a la población, fue la presentación del área específica COVID-19 en el Hospital Bernardo Houssay de Mar del Plata. El día 14 de abril, los medios de la ciudad se agitaban al sonar de la flauta mágica del gacetillerío municipal comunicando, al unísono, que «Volnovich y Montenegro inauguran un sector para pacientes con Covid-19 en el Houssay».
Se publicó y aseveró sin cortapisas: “La Directora Ejecutiva del PAMI y el intendente encabezarán el evento. También se firmará un convenio para realizar acciones conjuntas. También participará la ministra de Desarrollo de la Comunidad provincial, Fernanda Raverta”. No fue todo, también se le aseveró a la población, con particular impacto en la masa de jubilados dependiente de PAMI, que “se ponía en funcionamiento la guardia del Hospital Bernardo Houssay -de Juan B. Justo 1774- para afiliados a PAMI y la inauguración de un sector destinado a pacientes con coronavirus”.
Obvio es que todo ha sido un acting político, sin efectividad conducente. El Hospital Bernardo Houssay nunca tuvo en funcionamiento un protocolo adecuado, nunca destacó como el nosocomio en el que confiar para atender a las personas mayores afectadas por el Coronavirus, y la falta de política sanitaria cierta llevó a que sea un punto caliente de la problemática en la ciudad. En la semana del primer caso conocido en dicho nosocomio, hablé al aire con un funcionario del área administrativa del mismo, quien afirmó que aún no se había siquiera evaluado si testear o no a todo el personal.
La ciudad pasa un momento de zozobra por la falta de tino político de quienes aseveraron que“El trabajo coordinado que se viene haciendo es absolutamente prolijo”. Dixit: Raverta/Volnovich/ Montenegro.
La distancia entre el discurso y los hechos, es lastimosa y cruel.