La representante de la Sociedad de Fomento habló en la 99.9 sobre el proyecto que presentaron los vecinos para cercar el barrio ante la creciente inseguridad que los azota.
La inseguridad en Mar del Plata golpea sin distinción en distintos puntos del territorio. Ya no hay barrio que no lo sufra y tampoco hay población que reciba una respuesta por parte del gobierno municipal.
Esto lleva a tomar resoluciones extremas. Los vecinos del Barrio La Florida presentaron un pedido para que se cierren distintos sectores de accesos al barrio para tratar de evitar que entren y salgan los delincuentes con la tranquilidad que hoy lo hacen. La referente de la Sociedad de Fomento, Cristina Stankevicius habló al respecto en la 99.9 aclarando que “tenemos desde el año 2000 un patrullero destinado sólo al Barrio La Florida. Siempre está el problema del combustible y vemos que ahora el móvil no tiene la frecuencia que tenía antes, tratan de estar más parados que andando en el barrio”.
La desesperación llevó a tomar determinaciones extremas a los vecinos: “se acercaron a la Sociedad de Fomento solicitando el lugar para que se reúnan para ir a firmar. Fuimos veedores para el protocolo con el alcohol y el cubre bocas; pero fueron los mismos vecinos los que se encargaron de hacer firmar las planillas que se llevaron al Concejo Deliberante”, indicó tratando de no vincular la iniciativa directamente con la institución que representa.
De todos modos, el reclamo es muy valedero porque han tenido hechos realmente graves y se repiten día tras día: “estamos muy expuestos por la Autovía que está al frente del barrio y por detrás están las vías del ferrocarril, por ambos lados la delincuencia no para. Tuvimos casos desagradables como el ingreso de 5 persona a las 2 de la mañana ingresando una casa con una familia dentro. Es todo muy traumático, encima se equivocaron y buscaban otra casa a dos cuadras. Igualmente se llevaron cosas”, ejemplificó.
No es la única forma de delito que azota a ese sector: “hay arrebatos, ahora están los robos de bicicletas pero no miden las consecuencias, se las sacan a chicos o adolescentes. Cada vez hay más delito y justicia no vemos”.
Incluso los vecinos ya tomaron medidas porque los encargados del área de seguridad no se las daban para buscar un freno a la delincuencia: “los vecinos cansados de los robos, compraron chapas, el municipio le dio los postes y decidieron cerrar dos lotes. Ahora pasan por un costado que había un alambrado y se lo llevaron puesto. Vivimos pensando que puede pasar mañana”.
Como siempre y como ante cada reclamo, Darío Oroquieta brilla por su ausencia y no se acerca a escuchar a los vecinos: “tenemos pendiente una reunión con Oroquieta pero estamos esperando que tenga agenda para escucharnos 10 minutos”.