El Secretario General de la Unión Sindical de Choferes de Autos Rurales y Remises (USCARRA) indicó en la 99.9 que están padeciendo un incremento de la inseguridad.
El problema de la inseguridad en muchos barrios de la ciudad está preocupando de manera activa a los vecinos que se manifiestan y piden medidas por parte del gobierno municipal.
El Secretario General de Unión Sindical de Choferes de Autos Rurales y Remises (USCARRA), José Souto, se expresó en el mismo sentido a través de la 99.9 teniendo en cuenta que los trabajadores también son víctimas de violentos asaltos: “al bajar la actividad en general como colegios y tribunales, mueve mucha gente y nosotros lo estamos sufriendo. Lo único que ha aumentado es el delito”.
Cuando cae la noche en Mar del Plata se vuelve tierra de nadie y no queda más margen para el delito que atacar a los trabajadores: “después de las 21 cuando está la calle vacía, prácticamente toda la ciudad. A raíz de eso, creo yo que la gente que se dedica a robar lo único que pueden robar es a los taxistas, remiseros, empleados de estaciones de servicio o delivery”, indicó.
Los barrios más problemáticos son los de siempre, los que históricamente denuncian, pero a pesar de que conocen esa realidad, las autoridades no hacen nada: “la policía sabe donde están los búnker, los lugares donde venden droga y demás. Cuando mataron a un compañero en enero nos ofreció botón antipánico, seguimiento por las cámaras en la zona roja, trabajar en corredores seguros y nada de eso pasó. Al contrario, parece que estamos jugando a encontrar la tragedia”.
Pero no sólo una víctima fatal es grave, sino que se sufren otras secuelas que son importantes también fruto de la delincuencia violenta. “Tenemos compañeras que después de un robo en el que las golpeaba, no han vuelto a trabajar. Porque además, te golpean sin necesidad, sin negarse a entregar todo lo que tenía”, comentó Souto.
Hay casas que ya están incluso identificadas pero tampoco hay respuesta: “hay un caso de dos choferes de la misma empresa que fueron a buscar un viaje al mismo lugar y fueron golpeados con un martillo. Con otra empresa había pasado lo mismo y parece que estamos esperando que golpeen al siguiente. Nos queda la sensación de que no quieren hacer nada”.