Flybondi comienza a volar desde Ezeiza y El Palomar se queda sin aerolíneas

Fue tras una negociación con La Cámpora. Antes ya se había mudado JetSmart. En el aeropuerto que durante dos años fue el símbolo de la “revolución de los aviones” trabajan 1.000 personas.

Flybondi comenzará a volar nuevamente vuelos regulares de cabotaje desde el sábado, anunció la compañía, con vuelos desde el aeropuerto de Ezeiza hacia Puerto Iguazú, San Carlos de Bariloche y Tucumán. De esa manera, la a aerolínea que hace tres años fue el símbolo del desembarco de las “low cost” en la Argentina aceptó la propuesta del Gobierno de trasladar su base de operaciones desde el aeropuerto de El Palomar, que a partir de ahora queda vacío de aerolíneas.

El mes pasado la otra aerolínea que operaba en El Palomar, JetSmart, también comenzó a volar desde Ezeiza. El traslado a Ezeiza de Flybondi, , que Clarín anticipó el jueves fue luego de negociaciones reservadas entre los directivos de las empresas y funcionarios del Organismo Regulador del Sistema Nacional Aeroportuario (ORSNA).

Si bien Flybondi planteó que su traslado a Ezeiza es “temporal”, lo concreto es que la aerolínea habría obtenido por parte del ORSNA el compromiso de una valiosa “amarra” para sus aviones en el Aeroparque metropolitano, una vez que finalicen las obras de ampliación de su pista. Esa “amarra” sería únicamente para vuelos de cabotaje, ya que para hacer vuelos a países limítrofes deberían seguir operando desde Ezeiza.

Flybondi, controlada por el fondo de inversión estadounidense Cartesian, trajo el jueves uno de los únicos dos aviones que quedan de su flota, un Boeing B737-700 que estaba siendo acondicionado en México. Durante lo que resta de diciembre, la aerolínea comunicó que volará a 12 destinos nacionales, que incluyen Córdoba, Corrientes, Jujuy, Mendoza y Neuquén, entre otros destinos. Para enero, dijeron voceros de la empresa, podría incorporar un segundo avión a las operaciones de cabotaje y también regionales.

Flybondi comenzó a volar en enero de 2018 desde El Palomar y, tras la negativa del Gobierno a reabrir ese aeropuerto en octubre, la empresa había desplegado una batería de presentaciones judiciales para revertir la medida. Pero, de manera silenciosa, hubo negociaciones que finalizaron con el traslado a Ezeiza con tasas aeroportuarias bonificadas, según consignaron fuentes oficiales.

La negociación por parte del Gobierno estuvo encabezada por Fernando Muriel, vicepresidente del ORSNA y dirigente de la agrupación La Cámpora, quien políticamente reporta al senador nacional y ex presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde.

Esteban Tossutti, el presidente de Flybondi, dio a entender que la negociación fue para poder seguir operando. “Para nosotros el 12 de diciembre del 2020 marcará un hito en la compañía: pese a todos los cambios que sufrimos lo importante es que hoy las 542 personas que integran el equipo de Flybondi estamos listos para volver”, dijo en el comunicado de prensa.

La estación de El Palomar, que siempre había funcionado como una base militar, fue habilitada por el gobierno de Mauricio Macri para vuelos regulares de pasajeros con aviones de gran porte a partir de enero de 2018.

El vuelo inaugural fue, precisamente, de Flybondi y a partir de ahí El Palomar pasó a ser un símbolo de la “revolución de los aviones” del gobierno anterior. Sólo en 2019, por El Palomar pasaron 1,7 millones de pasajeros, según datos de la concesionaria Aeropuertos Argentina 2000. En la aeroestación bonaerense trabajan de manera directa 1.000 personas.

“El problema nunca fue con Flybondi, la discusión estaba enfocada sobre El Palomar”, señalaron fuentes cercanas al ORSNA. Precisamente, a partir de ahora el destino de los empleados de ese aeropuerto pasa a ser aún más incierto.