Estados Unidos confirmó hoy que incluyó a SMIC, el mayor productor de chips en China, entre las más de 60 compañías chinas que serán agregadas a su lista negra comercial. A menos de un mes de la asunción de Joe Biden, la medida llega como una ratificación de la política de ‘mano dura’ de la Administración Trump sobre China, particularmente en la cuestión tecnológica.
El Departamento de Comercio aseguró que la decisión “responde a la doctrina china de fusión militar-civil y evidencia de actividades entre SMIC y entidades preocupantes en el complejo industrial militar”. En este sentido, el jefe de la cartera, Wilbur Ross, dijo que el departamento “no permitirá que tecnología avanzada estadounidense ayude a mejorar el ejército de un adversario cada vez más beligerante”.
SMIC –que provee suministros a Qualcomm y Boradcom, entre otros–, es un engranaje fundamental en la estrategia de 5 años del gobierno chino para crear una industria de semiconductores fuerte que le permita reducir su dependencia de los EE.UU., y seguir con su plan de desacople de la tecnología norteamericana.
Ross, explicó que el gobierno negará de forma precautoria licencias con el objetivo de impedir que SMIC acceda a tecnología para producir semiconductores a niveles avanzados, de 10 nanómetros o menos. Los de 10 nanómetros o más serán analizados caso por caso.
Las compañías que exporten componentes a SMIC por fuera de los EE.UU. también podrían experimentar restricciones, dependiendo de cuál sea el porcentaje de tecnología estadounidense en esas partes. Un funcionario senior del Departamento de Comercio le dijo a Bloomberg que Washington estaba hablando con gobiernos afines para formar un enfoque unificado respecto a SMIC, aunque no dio detalles sobre cuáles serían esos países.
Según señaló el departamento, entre las 60 compañías chinas seleccionadas (de un total de 77 empresas extranjeras) se incluyen “entidades que permiten abusos de derechos humanos; entidades que apoyaron la militarización y los reclamos ilegales sobre el Mar de la China Meridional, entidades que adquirieron productos de origen estadounidense para apoyar los programas del Ejército Popular de Liberación entidades y personas que participaron en el robo de secretos comerciales de EE.UU.”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores chino dijo que, de ser cierta, la decisión demostraría la opresión estadounidense sobre las empresas chinas, por lo que Pekín seguirá tomando las “medidas necesarias” para proteger sus derechos. “Instamos a Estados Unidos a que cese su comportamiento equivocado de opresión injustificada a las compañías extranjeras”, dijo el vocero ministerial, Wang Wenbin, en conferencia.
Las empresas se suman a una lista que ya integraban otros gigantes como Huawei, ZTE y el fabricante de cámaras de vigilancia Hikvision (acusado de estar involucrado en la represión de la minoría uigur). A las empresas que integran la lista negra tienen vedado el acceso a la tecnología estadounidense en una amplia gama de productos que va desde el software hasta los circuitos.