El abogado habló en la 99.9 sobre el funcionamiento del sistema político en la Argentina y, por supuesto, la interacción con el sistema judicial para obtenerlo.
La realidad política de la Argentina es realmente delicada y compleja. El abogado Alejandro Fargosi explicó en la 99.9 desde su punto de vista quienes son los que “mandan” en el país y los que terminan teniendo un sistema político a sus órdenes.
“Los que no estamos metidos en política ignoramos como funciona de verdad el sistema. Los diputados y senadores, con el sistema que tenemos, representan a sus jefes y por eso la mayoría son desconocidos; sino tendrían que ser reconocidos por la gente. Tienen una enorme dependencia de los verdaderos líderes que son los senadores, el presidente y alguno más que esté ahí. El país, en realidad, le pertenece a unos pocos”, definió.
El sistema político se une al judicial para que funcione lo que esos poderosos quieren: “los que trabajamos lo hacemos para gloria de los que dominan el país que son los dueños de la pelota, al menos mientras el sistema de listas no cambie. Los jueces, si bien los selecciona el Consejo de la Magistratura, necesitan la aprobación del presidente y del senado que aprueba los candidatos aprobados por el presidente”, agregó.
Ante tantos fallos judiciales que a veces dan vergüenza a los propios integrantes del sistema judicial, Fargosi indicó que debe existir un repudio masivo de todos los actores de la sociedad, sino es imposible: “Estos jueces que no cumplen con sus funciones nadie los expone, nadie los denuncia, nadie los investiga. No hay sistema, ley, estructura y Constitución sin la gente, si hay un viva la pepa y se acepta, eso vamos a tener”.
Esa reacción debe existir porque el país también vive de una lógica extorsiva para obtener lo que busca: “Argentina es un país corporativo, un pais donde sirve el apriete. El derecho de huelga, cuando lo aplica el servicio público termina siendo una extorsión con la gente como ariete. Hoy hasta los chicos son arietes. Pero para corregir eso necesitamos gente que lo quiera corregir, en la Corte, en el gobierno y en todos los estamentos”, finalizó.