En las últimas horas se reveló que en Olavarría debieron descartarse 400 dósis de la vacuna Sputnik V contra el coronavirus por haber perdido la cadena de frío. Dentro de las críticas que se alzaron en torno a la situación, está la intervención de la política en esta situación sanitaria.
Preguntada al respecto, Sandra Pitta opinó: «Leí que hablaban de sabotaje. Puede ser. Para mí, fue una falla humana. Hay que investigarlo». Continuó: «Muchas veces estas situaciones se dan por impericia. Por una logística mal diseñada, y mal implementada».
Con respecto a la falta de información concreta sobre cuál es la forma de aplicación de la vacuna —en su momento se habló de dos dosis separadas por 21 días, mientras que ahora se afirma que la segunda dósis se puede administrar hasta 90 días después—, dijo: «Es un tema que afecta a todas las vacunas, porque la producción no alcanza para cubrir la demanda en todo el mundo. Así que se está viendo de aplicar una sola dosis por ahora, como para tener por lo menos una inmunidad relativa en un alto número de gente. Sin embargo, es algo que está muy discutido».
Pitta aseguró que esta discusión es mucho más difícil en nuestro país, ya que no se toleran posiciones distintas a la del Gobierno. «En otras partes del mundo se discuten estas cosas sin que ello lo convierta a uno en un enemigo. Se discute desde el punto de vista científico», dijo.
Más allá de la frecuencia de la aplicación de las dos dosis, Pitta aseguró que el problema principal es la falta de transparencia al respecto de la vacuna desarrollada en Rusia. «No hay suficientes datos. Y no soy solamente yo la que lo estoy diciendo. Lo está diciendo el mundo entero. No hay datos como para hacer una autorización de emergencia», dijo.
Para clarificar cuáles son las diferentes autorizaciones que puede obtener un nuevo tratamiento, dijo: «La diferencia entre la autorización de emergencia y la aprobación, es que la primera es como decir “bueno, nos vamos a arriesgar, porque los beneficios que brinda esta vacuna de acuerdo a la información que estamos observando y los datos que tenemos superan a los riesgos que implican que el COVID siga desparramándose y afecte tanto lo social, lo económico y lo sanitario”. Es muy diferente a la aprobación, que se da cuando ya se superaron todos los ensayos clínicos y se tienen datos certeros».
Con respecto a la autorización de emergencia otorgada por la ANMAT a la vacuna Sputnik V fue categórica: «Darle una autorización de emergencia a algo sobre lo que no se tienen datos, es un híper salto al vacío».