Así lo indicó en la 99.9 el abogado constitucionalista analizando el poco apego a las reglas que existe en nuestro país.
En Argentina pareciera que la Constitución Nacional no es un elemento central de la vida en sociedad y que las cosas se pueden manejar de la manera que a uno más le convenga. Desde la política, esto se acentúa a niveles increíbles.
El abogado constitucionalista Diego Armesto brindó su punto de vista a través de la 99.9 y señaló que “el problema que tenemos en Argentina es que todo es un River-Boca. Es una visión chiquita y no entendemos las instituciones. Nos llenamos la boca nombrando jurisprudencia norteamericana cuando después no respetamos las reglas”.
El gusto por romper las reglas parece algo que está adherido al ADN argentino y ahora se atraviesan tiempos donde las libertades están en discusión: “lo que verdaderamente somos es un país al margen de la ley. El problema es cuando el mensaje viene de arriba hacia abajo. Si el presidente no usa barbijo y se junta los domingos a comer asado con los amigos, ¿como no lo voy a hacer yo?. Hay una Constitución Nacional que todos deben respetar cuando hace un año que estamos gobernados con DNU cuando en 1994 se dijo que sería una excepción”.
La justicia tampoco parece tener demasiado interés en lo que marca la Constitución y es otro de los grandes inconvenientes: “tenemos un Consejo de la Magistratura que no respeta el equilibrio para designación y remoción de jueces pero no pasa nada y nadie tiene la intención de modificar y corregir esos problemas”.
Por último, fue crítico de la forma en la que se expresó el Senador Mayans respecto de los derechos porque es una figura central en la vida política argentina. “Cuando el presidente del Bloque de Senadores del Frente de Todos, Mayans, dice que en pandemia no hay derechos, arrancamos con los problemas porque no hay derechos humanos, no hay derecho a trabajar, nada”, indicó.