El profesor y youtuber español habló en la 99.9 acerca de los desafíos que ha planteado para la enseñanza la pandemia y la necesidad de continuar con la educación presencial.
El vínculo entre la tecnología y la educación, parece algo surgido a partir de la pandemia pero eso fue sólo una urgencia que llevó a la globalización de los métodos. Hubo mentes adelantadas que ya lo empezaron a instaurar como una costumbre.
Uno de los casos más emblemáticos es el del profesor David Calle que, desde España, empezó a subir videos de YouTube con explicaciones teóricas sobre su especialidad: la matemática. En diálogo con la 99.9, el profesor contó la génesis de esa idea: “doy clases de apoyo desde hace 20 años. Hace 11 años con la crisis económica que hubo en España, descubrí que la mitad de mis alumnos se habían borrado porque sus padres se quedaron sin trabajo. Entonces, decidí grabar videos pensando que lo iban a ver 20 o 30 alumnos, pero no me imaginaba que se iba a viralizar tanto. Se puede aprender muchísimo en internet”.
Hoy está la discusión entre la presencialidad y la virtualidad, como si fueran caminos separados, cuando en realidad se deberían mancomunar las dos formas: “siempre digo que lo que hace el profesor en clase es insustituible, es la verdadera enseñanza. Lo que tiene valor de lo que aprendes en la escuela no es que aprendas una ecuación, sino hablar con tus compañeros, debatir en grupo, colaborar y lo que el profesor puede aportar en clase. Eso no lo puede sustituir un video por más visitas que tenga”.
Pero sin embargo, agregó que las herramientas que brinda internet pueden ser muy importantes también: “evidentemente se puede aprender mucho por internet. Si tienen dudas o aprender algo en concreto, se puede aprender mucho. Está para sumar, pero en la enseñanza primaria es fundamental la presencialidad, ojalá siga todo el ritmo habitual porque esto se ha notado en pandemia”.
Las maneras de enseñar también son un importante eje de discusión porque los tiempos avanzan, pero los contenidos quedan estancados: “hay que cambiar la educación, la parte presencial debería dedicarse a otras cosas. Necesitas ir a clase para que el profesor te explique donde se aplica una matriz inversa, por ejemplo”.
Los cálculos matemáticos por si mismo, no tienen demasiado sentido hoy si no se termina de aprender la aplicación concreta de los mismos: “hoy las computadoras y los teléfonos hacen operaciones en segundos que teníamos que hacer a mano cuando éramos chicos y seguimos enseñando de la misma forma. Estamos anclados en el pasado, insistiendo en convertir a los chicos en máquinas de calcular. No les estamos enseñando a tener un análisis crítico”.
Otro gran déficit moderno es la falta de capacidad para expresarse en distintos círculos y, ni hablar, ante multitudes: “no les enseñamos a escribir, a expresarse y hablar en público. Están acostumbrados a los 140 caracteres o el Me Gusta de Instagram no tienen en muchos casos la capacidad de expresarse”.