Encabezado por Hans Humes, fue el primero en respaldar las ofertas de de Martín Guzmán. Atraviesa dificultades desde hace tres años y actualmente emplea a nueve personas.
El fondo Greylock Capital Associates, que encabeza Hans Humes, el “bonista mejor amigo de la Argentina”, pidió protección por bancarrota en Nueva York para afrontar una reducción de gastos después de tres años de pérdidas.
Según informó Bloomberg, el procedimiento de “Chapter 11” le permitirá reestucturar sus deudas y concluir el alquiler de sus oficinas en Madison Avenue en Mahattan, que tiene un costo de u$s 100.000, de acuerdo con la presentación firmada por el CFO de Greylock, David Steltzer.
Durante el proceso de reestructuración de deuda de la Argentina con acreedores privados, Humes había sido el primer portavoz de los bonistas en respaldar las ofertas del ministro Martín Guzmán.
El fondo, que se especializó en bonos distress, sufrió, entre otras, la exposición a los bonos de la Argentina, junto a otros países de la región.
Los activos bajo administración en fondos de mercados emergentes que se habían reducido a la mitad desde 2017 hasta u$s 450 millones, caerían hasta u$s 100 millones a fines de marzo en ausencia de nuevas inversiones, alegó la compañía.
Greylock ha reducido su staff a nueve personas desde 21 hace tres años y está en conversaciones con sus actuales principales inversores, confiados en que los negocios pueden ser reorganizados exitosamente y continuar la marcha después de la bancarrota.
De acuerdo con un mensaje del presidente de Greylock, Ajata “AJ” Mediratta, la firma no tiene intenciones de cerrar. El fondo de inversiones abrió el año pasado una pequeña oficina en Stamford, Connecticut, para hacer más fácil los traslados del personal de la firma, reduciendo la necesidad de tener una gran oficina en Manhattan.
Greylock, fundada en 2004 y liderada por Humes como director ejecutivo, es conocido por hacer apuestas sobre deuda en dificultades y bonos soberanos en dificultades.
Fue uno de los fondos que negoció la reestructuración de la deuda de Grecia. El fondo tuvo problemas el año pasado cuando los precios de los bonos de los mercados emergentes al comienzo de la pandemia.
Los acreedores sufrieron las quitas en Ecuador y la Argentina, y soberanos venezolanos y libaneses. Pero también cayeron los bonos luego de la reestructuración.
Greylock se acogió al subcapítulo V de la disposición del capítulo 11, que se introdujo el año pasado para hacer el proceso concursal más económico y sencillo para las pequeñas empresas.