El número de menores víctimas de abusos sexuales en la Iglesia católica en Francia desde 1950 puede llegar “al menos a 10.000”, según un cálculo provisional anunciado ayer por el presidente de la comisión independiente encargada de la investigación, Jean-Marc Sauvé.
“El número de 10.000 ya es mucho, pero es un nivel bajo y todavía estamos lejos de la verdad”, dijo por su parte Jean-Pierre Sautreau, presidente de una asociación de víctimas.
“A menudo los hechos se remontan a los años 50 y desde entonces la gente ha muerto o, con 80 años, ya no está de humor para hablar”, añadió.
Pero “la gran pregunta que surge es: ¿a qué porcentaje de víctimas hemos llegado? ¿Al 25 por ciento, al 10 por ciento, al 5 por ciento?, ¿o a menos?”, se preguntó Sauvé.
El presidente de esta comisión afirmó en junio que la cifra de agresores podría evaluarse en 1.500, pero esta vez no anticipó nuevas cifras.
Esta comisión de investigación independiente, creada en 2018 tras numerosos escándalos de abusos, entregará sus conclusiones a fines de septiembre. En el informe se pronunciarán sobre cómo “la institución en su conjunto ha incumplido con sus responsabilidades”.