La startup argentina que es capaz de reutilizar sus cohetes como SpaceX

Desarrollaron el Aventura-I, un micro-lanzador de dos etapas con capacidad para transportar hasta 22 kilos a una órbita sincrónica al Sol.

La nueva generación de satélites, lejos de los cacharros enlatados de principio de siglo, son cada vez más livianos y compactos. Esta miniaturización tecnológica no sólo facilitó que empresas privadas o universidades puedan acceder a este servicio, sino que también abrió la puerta a muchas compañías que envían estas cargas al espacio.

Quizás la más conocida, por sus recursos económicos y los desarrollos de nuevos elementos, sea SpaceX, de Elon Musk. Pero no es la única. A nivel local, TLON SPACE, desarrolló Aventura-I, un vehículo lanzador ultraliviano que comparte muchas características con los cohetes de dos etapas como el Falcon 9.

Esta startup nacional está en condiciones de brindar el servicio de lanzamiento y puesta en órbita de constelaciones de mini-satélites (hablamos de cubesats y picosats) de bajo costo.

El Aventura-I es un micro-lanzador de dos etapas con capacidad para transportar hasta 22 kilos a una órbita sincrónica al Sol (SSO) de 800 km de altitud.

El vehículo tiene 10 metros de altura, un diámetro de 0,35 metros y pesa 35 kilos sin carga, combustible o carburante y menos de una tonelada al momento del lanzamiento.

La intención es despachar constelaciones privadas de pequeños satélites a la órbita terrestre baja (LEO) –ubicados a una altitud de entre 500 y 800 km- para dar servicios de procesamiento, voz, datos e internet.

A esta tendencia mundial se están volcando muchos de los gigantes tecnológicos como Amazon, Google, Facebook, Apple y Microsoft, quienes apuestan a tener su propia flota de satélites.

“Los servicios son principalmente la integración y la preparación de los pequeños satélites en el vehículo lanzador, luego su transporte e inyección orbital. La compañía estará en condiciones de operar comercialmente en el año 2022”, explica Luis Monsegur, director de operaciones de TLON SPACE.

El obstáculo de estos micro satélites es que, al ser tan pequeños, para ser lanzados, están sujetos a la disponibilidad de otros más grandes y muchas veces, quedan varios meses en lista de espera.

“Uno de nuestros servicios es el viaje dedicado en lugar del compartido o piggibacking. Somos como un taxi que los lleva a su destino en lugar del tren que los deja en una estación cercana”, comenta Monsegur.

En la lista de prioridades de TLON SPACE figura la protección del medio ambiente, por lo cual los combustibles utilizados han sido cuidadosamente seleccionados, garantizando una operación limpia y no contaminante, indican de la empresa.

“Los equipos lanzados cuentan además con los elementos necesarios para su recupero evitando cualquier residuo en la superficie. La sección de la nave que alcanza la órbita, reingresa y se incinera sin residuo, evitando así la proliferación de basura espacial”, explica Pablo Vic, uno de los fundadores.

Para la construcción del vehículo la empresa cuenta con una red de proveedores conformada por ingenieros y científicos de alto nivel académico, muchos de los cuales se han desarrollado a la par del proyecto, alcanzando estándares internacionales compatibles con la industria aeroespacial.

Durante el año 2020 la empresa comenzó con la construcción de cinco vehículos para poder llevar a cabo los vuelos sub orbitales y orbitales necesarios para cumplir con los ensayos de integración de los múltiples sistemas que componen el sistema.

Este año realizó un cuarto vuelo a 2 kilómetros en el que se testeó el funcionamiento del banco móvil de lanzamiento o PAD, los subsistemas de propulsión, telemetría. Además del subsistema de Guía, Navegación y Control (GNC) y el subsistema de recupero. En todas las oportunidades el vehículo se fue recobrado con éxito.

Jugadores espaciales

En la actualidad, varias empresas están montando infraestructura para comenzar a operar en LEO. Esta tendencia se intensificará en el futuro y es en este escenario que TLON Space S.A. aparece como un jugador de importancia.

“Según estas previsiones nuestro segmento de mercado multiplicará su tamaño trece veces en los próximos siete años”, indican desde la compañía.

De momento, ya tiene firmados convenios de cooperación con empresas de servicios satelitales de Argentina, E.E.U.U. y España.

“Actualmente hay tres empresas privadas con lanzadores operando comercialmente. SpaceX es la más avanzada y transporta 22.800 kilogramos, Rocket Lab puede llevar hasta 225 kilos y la empresa china CASIC alcanza un límite de 400 kilos”, señala Monsegur.

En la zona intermedia de esta tabla de lanzadores, una franja que transporta cargas de entre 300 y 500 kilos, donde ya no navega SpaceX, los costos no bajan de entre 5 y 6 millones de dólares.

La idea de esta firma es apostar al mercado de los mini-satélites (cubesats y picosats) para ello, aspira a llevar los costos a 500 mil dólares, gracias a 18 nuevas tecnologías propietarias.

En este segmento se concentran el 95% de los emprendimientos actuales, la mayoría de los cuales se encuentran en la etapa de concepto o de diseño.

“De momento, solo han logrado alcanzar órbita la empresa neozelandesa Rocket Lab y tres startups chinas de capital privado como CASIC, China Rocket e i-Space”, subraya Monsegur.

Y si bien China se presenta como un actor clave en el mundo aeroespacial, su competitividad está limitada por las regulaciones de Estados Unidos, que impiden que un módulo que tiene componentes fabricados en su país sea lanzado por un cohete asiático.

“En nuestro nuevo e innovador segmento de vehículos ultra livianos que apunta a lanzar frecuentemente y a bajo costo, hemos podido corroborar que no existen aún empresas privadas operando comercialmente”, advierte Monsegur.

TLON tiene sus instalaciones industriales ubicadas en la zona norte del Gran Buenos Aires, donde dispone de su propio puerto espacial. Allí se encuentran su planta de desarrollo, ensayo de motores y producción de oxidante, el sitio de Integración de vehículos y las oficinas del personal.