Las lluvias diluvianas que se abaten sobre la costa este de Australia provocan daños en cientos de casas, la evacuación de miles de habitantes de Sídney y el desborde de la presa de Warragamba, que suministra gran parte del agua potable de Sídney. Se prevé que el temporal dure hasta el lunes.
Las autoridades australianas habían advertido días atrás que las lluvias serían muy fuertes, pero el diluvio que cayó el fin de semana en el estado de Nueva Gales del Sur, el más poblado del país, es el peor en medio siglo. La primera ministra del estado, Gladys Berejiklian lo resumió en una frase “es un hecho que solo ocurre una vez cada siglo”. Y la situación podría empeorar. Los responsables del servicio meteorológico declararon que las lluvias torrenciales deberán continuar durante varios días.
La presa de Warragamba, responsable del suministro de gran parte del agua potable de Sídney, donde habita una quinta parte de la población del país (25 millones) se desbordó el sábado de tarde. Se espera que la crecida de las aguas del río Hawkesbury se la más importante desde 1961. En Port Macquarie, localizado a 400 kilómetros al norte de Sídney las inundaciones superaron los niveles record alcanzados en 2013. Allí más de 400 milímetros de lluvia han caído desde el viernes.
Los servicios de urgencia reportaron más de 7 000 llamadas de auxilio y fueron realizadas 650 operaciones de rescate desde el jueves. Las autoridades estiman que otras 4 000 personas podrían ser obligadas a abandonar sus hogares en próximos días por causa del mal tiempo. Quienes se encuentran en zonas inundables “deben irse inmediatamente” alertó el subcomisario de los servicios de emergencia de Nueva Gales del Sur.
Cientos de casas han sido seriamente dañadas por la que cientos de personas acudieron a los refugios ubicados en partes más altas. Numerosos caminos y carreteras fueron cerrados en el estado y las escuelas permanecerán cerradas hasta nueva orden.
“Estamos en un territorio desconocido” dijo Ian Wright, un experto hidrológico de la Universidad occidental de Sídney. Wright estima que el avance de la urbanización hasta zonas cerca de donde se encuentran las presas ha provocado la creación de superficies impermeables, por lo que se hace difícil evacuar el agua. “En caso de fuertes lluvias eso puede generar rápidamente una subida de las aguas”, afirmó.
Entre junio de 2019 y enero de 2020 Australia vivió otra situación de emergencia a causa de los devastadores incendios que arrasaron 10 millones de hectáreas de bosques, equivalentes a 63 mil kilómetros cuadrados.
Australia debería comenzar este lunes su primera campaña de vacunación contra la Covid-19. Se da por hecho que ahora tendrá retraso.