El gerontólogo habló en la 99.9 acerca de la necesidad de retomar con los controles anuales para adultos mayores para evitar la aparición de patologías que también, como el COVID, pueden ser de gravedad.
La situación de los adultos mayores está en el eje de discusión desde que comenzó la pandemia pero en las puertas de lo que se denomina la “segunda ola” hay que hacer hincapié en mantener las distintas prácticas médicas en personas de determinada edad porque también pueden causarles la muerte.
Así lo indicó a través de la 99.9 el gerontólogo Gerardo Passera señalando que con la vacunación al menos no hay inconvenientes, por el contrario: “tenemos una muy buena predisposición de los adultos mayores a la vacuna. Ahora lo que vemos es lo que preveíamos, todo el colectivo de personas mayores se quiere vacunar. Es una costumbre dentro de esta población y cada vez se profundiza más. Están vacunándose con alegría diría octogenarios y nonagenarios, están preguntando permanentemente por teléfono no sólo por la vacuna de COVID sino también la antigripal”.
Sin embargo, todavía hay un tramo de los adultos que deben seguir esperando e incluso le han indicado que si se vendiera en farmacias, podrían comprársela: “los grupos de 60 a 69 y de 70 a 79 tienen mucha carga de ansiedad porque si bien están anotados no están recibiendo la vacuna. Incluso mucha gente se la quiere comprar porque puede, se podría vacunar si se la vendiesen”.
Por otro lado, alertó sobre la ausencia de prácticas médicas frecuentes que son fundamentales para evitar otros problemas: “se empezó a trabajar con mucha virtualidad, en personas mayores donde no es lo más común de todos los días. Se dejaron de lado las grandes causas de mortalidad porque se pospusieron muchos estudios anuales por la pandemia, porque de repente todo pasó a ser COVID”.
Incluso se han quedado con una menor cantidad de profesionales para atender las necesidades durante la pandemia y Passera considera que se debe trabajar en ese sentido para evitar que pase este año: “hubo un grupo de profesionales como nosotros que estuvimos atendiendo todo el año, todos los días, como así también mucha gente que siguió haciendo sus actividades con todas las medidas de prevención. Pero hubo también en el ambiente de salud, excesiva demora de patología crónica y en curso. Eso es modificable, no tenemos que comprar los controles periódicos de salud que no llegan. Los ancianos han perdido mucho desde lo físico, lo psicológico y social. Eso es mortalidad a corto, mediano y largo plazo. Hay médicos que desaparecieron por miedo o lo que sea y eso tuvo su afectación también. Una de las conductas que tendría impacto en la mortalidad de adultos mayores, sería reiniciar estos controles periódicos de salud y ajustar los tratamientos crónicos”.