La Jefa de la UTI del Hospital General de General Roca, Dra. Cristina Orlandi habló en la 99.9 acerca del informe que presentó SATI sobre la ocupación de camas en el país y la disponibilidad de personal.
Desde el inicio de la pandemia, la ocupación de las camas de Terapia Intensiva ha sido una gran preocupación. Hoy la situación es realmente difícil de llevar adelante pero tanto por el alto grado de ocupación como de la falta de profesionales para atenderlas. Así lo indicó la Dra. Cristina Orlandi, Jefa de la UTI del Hospital General de la localidad de General Roca, Río Negro como parte de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva luego de realizar un relevamiento de como está la situación.
De los centros encuestados se evidenció que el 48,8% no tiene residentes, el 24% no tiene médicos intensivistas en su plantel, el 77% tiene médicos mayores de 50 años como parte de su plantel, el 57% tuvo reducción de su carga horaria por Resolución 207/2021 del Ministerio de trabajo, empleo y Seguridad Social (suspensión del deber de
asistencia por factores de riesgo), estrés u otras razones y el 50,4% tuvo renuncia de sus médicos.
Ante esta situación, comentó en la 99.9 que “hace un par de semanas que relevamos la ocupación de las camas desde que comenzó la segunda ola. Gran parte del país tiene altas tasas de ocupación llegando a 90%, es una situación preocupante porque el año pasado se hizo una extensión de camas al máximo operativo. Ahora no se puede seguir ampliando si se quiere dar un trabajo de calidad”.
Sin embargo, a pesar de que los problemas con el personal especializado ya se habían visibilizado durante marzo de 2020, nada ha cambiado demasiado: “alertamos en la pandemia de 2009 lo que pasaba y cuando esto comenzó, en diferentes reuniones lo expresamos. Necesitábamos tomar políticas respecto del recurso humano para que no se extinga. Si no se toman medidas, en las próximas décadas los intensivistas van a desaparecer. Más allá del problema edilicio, estructural o la falta de drogas, el personal requiere un tiempo de formación, no se puede solucionar con inversión y nos estamos quedando sólo los mayores. Este año nadie se presentó a las residencias”.
A la Dra. Orlandi no sólo le preocupa la situación actual, sino lo que está por venir: “hay que prestar atención a todo el recurso humano dentro de la terapia intensiva. No entiendo porque ante un problema no hay mesas de diálogo para solucionarlo, sobre todo cuando los expertos insisten en que este tipo de situaciones de pandemia se van a ir repitiendo en el futuro. Tendríamos que estar preparandonos para lo que viene”, indicó.